El femicidio de Nora Dalmasso no deja de estremecer. A 19 años de aquel crimen impune, las miradas están puestas en el jury que se realizará en 2026 contra los fiscales centrales que actuaron en la causa.
Javier Di Santo, Daniel Miralles y Luis Pizarro serán sometidos a un Jurado de Enjuiciamiento en la Legislatura de Córdoba por presunto mal desempeño y negligencia grave, tras las denuncias elevadas por el viudo Marcelo Macarrón y por sus hijos, Facundo y Valentina.
El fiscal Di Santo acusó al pintor Gastón Zárate y, de manera simultánea, señaló a Facundo Macarrón en hipótesis distintas. Ambos fueron sobreseídos.
Luego, Miralles acusó al viudo Macarrón: sostuvo que había sido él quien mató a Nora entre vuelos de avioneta desde Uruguay. Con el tiempo, se apartó de la causa.
Pizarro, finalmente, consideró que Macarrón había sido el autor intelectual del crimen y había contratado a sicarios. El fiscal lo mandó a juicio y el viudo terminó absuelto.
Hoy, las miradas apuntan al parquetero Roberto Bárzola como el supuesto autor del crimen, pero el caso ya prescribió.
En una medida inédita, entre febrero y mayo de 2026, se realizará el jury de enjuiciamiento a los tres fiscales que actuaron en la causa.
En diálogo con La Voz, desde su despacho en Tribunales de Río Tercero, el fiscal Pizarro defendió su investigación.
“No veo mal desempeño”
–¿De qué se lo acusa exactamente?
–De mal desempeño. En la denuncia no veo una causal de mal desempeño, porque siempre estuve ajustado a derecho y a lo que me marca el Código de Procedimiento Penal. Nosotros instruimos una causa, buscamos la probabilidad, buscamos la prueba, y cuando tenemos la prueba y la probabilidad, elevamos la causa a juicio. Esta causa no fue distinta a las otras. Estaba vacante la Fiscalía Nº 1 de Río Cuarto, y la Fiscalía General me pidió que me hiciera cargo de esta causa (en septiembre de 2017) que se había quedado sin fiscal.
–¿Usted cree que el proceso de “jury” en su contra tiene un trasfondo político, personal, económico?
–No. El jury es un juicio político, por definición. Trasfondo, desconozco. No hago juicio de valor respecto de por qué lo hacen. Yo entiendo que las víctimas están mal, están dolidas. Puedo entender también que, si el resultado no es el que esperaban, estén molestos y hacen este jury. No entiendo el mal desempeño porque he trabajado ajustado a lo que el Código de Procedimiento me marca y que vengo haciendo desde hace 28 años (en actividad en el Poder Judicial). Nosotros casi todos los días elevamos causas a juicio. El resultado de esa elevación puede ser, en muchos casos, la condena y, en algunos, la absolución. Pero es lo que pasa siempre. En todas las causas penales, hay que cumplir un procedimiento. Hay que probar el hecho con base en la prueba y, si hay probabilidad, se eleva la causa a juicio.
–¿Cuál es el argumento central de la defensa que va a tener ante el Jurado de Enjuiciamiento?
–Estamos en la etapa en que han decidido por unanimidad abrir el juicio y le han corrido vista al fiscal General (Juan Manuel Delgado), quien tiene 30 días hábiles para acusar. El fiscal General tiene que hacer formalmente una acusación y además ofrecer la prueba respecto de esa acusación. Cuando yo tenga la prueba y la acusación del fiscal General, veré de qué me defiendo. He hecho todo lo que corresponde y lo he hecho bien, sin ningún tipo de violencia institucional. Estar imputado en una causa es una garantía de defensa. Si bien cuando tomé la causa estaba imputado Marcelo Macarrón, lo mantuve imputado, pero cambié la calificación y cambié el hecho. Antes, como cuando me tocó a mí, esa imputación es una garantía del derecho de defensa, derechos de defensa ejercidos durante los dos años en que intervine y también en la cámara. El resultado de la cámara es aleatorio, a mí me excede si en la cámara se puede llegar o no a condenar. Yo elevo la causa –a 11 años del homicidio– con probabilidad y el que necesita certeza para condenar es la cámara.
–¿Este “jury” le ha afectado en su actividad como fiscal?
–No, como fiscal yo sigo trabajando hoy en día, todos los días.
–¿Personalmente tampoco le afectó?
–Y, personalmente, obviamente que no deja de ser un problema tener esta situación ahí dando vueltas, pero la verdad es que estoy muy tranquilo. Tengo 28 años en Tribunales.
–¿No cree que le afecta en su imagen como funcionario?
–Yo creo que no. Yo creo que acá hay algo que hay que remarcar que es importante: un jury no deja de ser una oportunidad para que, en mi caso particular, pueda demostrarle a la sociedad, con un tribunal imparcial, como son cinco legisladores y un vocal del Tribunal Superior de Justicia, cuál ha sido mi actividad. De manera tal que la sociedad, el ciudadano de a pie que paga los impuestos, sepa qué pasó en una causa penal. En este caso, por la muerte de Nora Dalmasso. Celebro que pase eso. Está muy bueno que la gente pueda conocer de primera mano qué pasó en la causa y, particularmente, qué hice yo. Y por qué hice lo que hice. Porque, si no, queda en la nebulosa. Y la causa transitó todas las etapas. Se hizo todo lo que se tiene que hacer en una causa penal.
–¿Que sepa la sociedad y también que sepa la familia Macarrón?
–La familia Macarrón, si está presente en el debate, va a poder escuchar de primera mano lo que yo hice, por qué lo hice. Además, la familia Macarrón ha contado siempre, afortunadamente, con un querellante particular en la primera etapa, cuando yo no era fiscal, que fue la madre. Después dejó de ser la madre el querellante particular. Yo procuré que nuevamente fuera el querellante particular, porque es muy importante el control de la víctima. Siempre ha tenido el controlador de dos abogados defensores. Pero, además de eso, la causa, hablo de todas las instancias, no solamente la mía, fue controlada por dos fiscales más. Yo soy el quinto fiscal, no soy el tercer fiscal.
–¿Por qué cree que no avanzaron en contra de los otros dos fiscales Fernando Moine y Marcelo Hidalgo?
–No tengo la menor idea. Esta causa fue mediática. Es el hecho que tiene la pena más alta en el Código Penal porque es un delito contra la vida. En ese contexto, por supuesto que es más complejo y uno toma muchos más recaudos que en una causa sencilla de una flagrancia. Pero el estándar probatorio y el trabajo son los mismos.
–Es poco habitual que estemos hablando de un “jury” en el Poder Judicial de Córdoba. ¿Usted cree que deberían modificarse algunas cuestiones internas dentro del Poder Judicial para que esto no ocurra?
–Eso me excede.
–¿Le gustaría darle algún mensaje a la familia Macarrón?
–No, creo que no me corresponde a mí. Por lo menos en esta instancia, no me corresponde a mí.
