La familia de Diego Fernández Lima, el joven asesinado en 1984 y cuyo cuerpo fue hallado enterrado en una vivienda de Coghlan, expresó su indignación tras el sobreseimiento de Cristian Graf, dueño del inmueble donde se produjo el hallazgo.
El juez Alejandro Litvack resolvió desvincular al acusado “por inexistencia de delito”, lo que generó malestar entre los familiares de la víctima. “La Justicia nos abandonó otra vez”, dijo Javier Fernández Lima, hermano de Diego, en diálogo con TN.
“Mi mamá se enteró hace un rato, está triste, estamos todos muy mal”, agregó.
Sobreseyeron a Cristian Graf
El hermano del adolescente cuestionó la falta de actualización de las leyes que impiden reabrir causas luego de tantos años. “Las leyes de este país son del año 1920, es una locura que no se hayan actualizado. Un asesinato no puede prescribir”, sostuvo.
Javier recordó que su hermano desapareció el 26 de julio de 1984 y que el hallazgo del cuerpo en mayo de este año reavivó la esperanza de obtener justicia. “Antes decían que sin cuerpo no hay delito, pero ahora están los restos de mi hermano, hay un sospechoso que vivía en esa casa y otros cuatro que también vivieron ahí”, afirmó.
El hombre aseguró que no esperaba esta resolución judicial. “No puedo creer que la Justicia otra vez nos haya abandonado, como abandonó a mi papá hace 41 años. Con todas las pruebas que hay, esta gente se rió 41 años de nosotros y ahora se ríe de todo un país. Lo que siento es impotencia, indignación y mucha tristeza”, expresó.
Según explicó, la familia creía que Graf sería imputado por encubrimiento, pero el fallo dejó sin efecto esa posibilidad. “Sabía que mi hermano estaba ahí abajo, y de todas maneras trató de desviar a los albañiles”, sostuvo.
El hermano de Fernández Lima: “Nos volvieron a abandonar”
Javier detalló que en el momento del crimen “vivía la hermana de Graf, que ahora reside en el sur; el padre, que está fallecido; la madre, que está viva; y una prima que él mismo mencionó”.
Confirmó además que la familia Fernández Lima y la Fiscalía apelarán el sobreseimiento, con la intención de que la causa continúe. “Necesito justicia por mi mamá, el país está indignado con esto. Fueron 41 años de espera”, dijo.
“Nosotros lo esperábamos a Diego todos los días. Nos enteramos el 20 de mayo que lo asesinaron y lo enterraron en esa propiedad. Fue todo a propósito para que nadie lo encuentre”, añadió.
El hermano de la víctima señaló que los restos del adolescente aún no fueron entregados a la familia. “Nosotros seguimos sufriendo, yo sigo sin dormir y esta gente sigue haciendo su vida como si nada. Ahora la Justicia los avala”, concluyó.
