En un escalofriante suceso ocurrido en Villa Posse, Córdoba, Cristian Palomeque se convirtió en víctima de la violencia al intentar proteger a su hija de un robo. El hecho, que tuvo lugar en la noche del miércoles 5 de febrero, desencadenó una serie de eventos que culminaron con Palomeque recibiendo un disparo en la cabeza y su posterior lucha por la vida. Está vivo “de milagro”, según su propio relato.
Todo comenzó cuando unos delincuentes, entre ellos menores, intentaron robarle la motocicleta a la hija de Cristian en barrio 16 de Abril. El padre intervino en defensa de su hija, lo que generó una confrontación con los ladrones. En represalia, estos individuos se dirigieron hasta su domicilio en Villa Posse, donde uno de ellos le disparó en la cabeza.
Un verdadero milagro: víctima de un robo sobrevive a disparo en la cabeza
“Los médicos me dijeron que es un milagro que esté hablando sin secuelas”, afirmó Cristian Palomeque en declaraciones a El Doce. Tras el ataque, el hombre de 51 años fue trasladado a un dispensario en Ciudad Evita y luego derivado al Hospital de Urgencias, donde se le diagnosticó una herida de arma de fuego detrás de la oreja derecha, con orificio de entrada sin salida. La bala quedó alojada cerca de la mandíbula y los médicos decidieron no extraerla. Por suerte, Cristian se recuperó.
La investigación policial avanzó rápidamente y, al día siguiente, se logró la detención de un hombre de 31 años, principal sospechoso de haber efectuado el disparo. El arresto se produjo en barrio José Ignacio Díaz luego de que el sospechoso, que viajaba en un Fiat Duna con otras cuatro personas, evadiera un control policial y fuera seguido hasta su captura.
Cristian Palomeque permaneció internado durante 21 días, 18 de ellos en terapia intensiva.
En su relato, contó los momentos de terror vividos y lamentó haber sido víctima de la delincuencia.
Además, reveló que tiene diabetes, lo que complicó su estado de salud durante la internación.
La familia de Cristian también vivió momentos angustiantes. Según su testimonio, tras el intento de robo a su hija, la madre y otros familiares del presunto ladrón se presentaron en su domicilio, amenazaron a su hijo y luego le dispararon a él en la cabeza. “Uno me pega en la cabeza”, recordó Cristian sobre el violento ataque.
A pesar de la traumática experiencia, Cristian expresó no tener miedo por sí mismo, pero sí por sus hijos, quienes presenciaron el ataque. La familia cuenta ahora con consigna policial debido a las amenazas recibidas. “Yo no tengo miedo, pero sí por mis hijos”, dijo.
“No tengo plata, sino me iría del barrio”, argumentó.
Este violento episodio pone de manifiesto la creciente inseguridad en la ciudad de Córdoba y la desesperación de los vecinos ante la impunidad de los delincuentes.