“En 48 años de servicio en el mismo lugar, solamente cometí este error y lo enmendé”. Con estas palabras, el extesorero de la Caja Complementaria de Jubilaciones y Pensiones de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Edgardo José Pacheco reconoció su falta
Sin embargo, igual deberá afrontar un juicio en abril por peculado luego de que la investigación determinara que no hubo “error” sino un delito.
El exfuncionario de 67 años –actualmente jubilado– fue acusado de sustraer ilegítimamente 81.591 pesos de los fondos del área para la que trabajaba. El hecho quedó expuesto a raíz de la denuncia presentada por el presidente de la Caja Complementaria, Mario Carrer, luego del análisis del balance del ejercicio de 2018 que realizó el contador de la institución.
La Caja es una unidad orgánica dependiente de la UNC que funciona bajo el régimen de descentralización administrativa y autarquía económica financiera.
Cómo descubrieron el faltante
Al efectuar el balance, el 11 de marzo de 2019, el contador detectó el faltante de los 81.591 pesos en la caja chica. Cuando le preguntó a Pacheco –como tesorero y responsable contable de los fondos– dónde estaba el monto, el imputado se puso nervioso y le respondió que esa cifra no figuraba. Pero reconoció que él lo había retirado y que su intención era devolverlo.
Sin embargo, el contador dio aviso a Carrer. Ante su presencia, Pacheco reconoció nuevamente su accionar. Casi dos meses después de que el faltante fuera detectado, el acusado regresó la suma total.
El contador que descubrió la maniobra declaró que la contabilidad de la Caja era muy sencilla y que manejaban muy poco dinero en efectivo, debido a que el movimiento se realizaba mayormente a través del banco.
De esta forma, el principal ingreso de los fondos a la Caja (el 99 por ciento de ellos) se realizaba mediante transferencias bancarias que hacía la UNC de los aportes que efectuaban docentes y no docentes.
Gastos menores y la sospecha
El contador explicó que para los gastos menores se labraba un acta para la constitución del fondo fijo de dinero en efectivo, que estipulaba gastos de librería, entre otros. Se libraba un cheque, firmado por el tesorero Pacheco, el presidente Carrer u otra empleada. Luego, Pacheco cobraba generalmente el cheque.
Cuando Pacheco se hacía de los fondos para esos gastos menores, retiraba el dinero y lo guardaba en la caja de seguridad de la Caja. La contabilidad de los movimientos se registraba y a la semana o a las dos semanas se volvía a constituir el fondo fijo de unos cuatro mil pesos para gastos.
“En marzo de 2019 voy a la Caja Complementaria para hacer el arqueo de caja. Según la contabilidad que yo hice en ese momento, debía haber en la caja de seguridad 81.591 pesos y no estaban”, declaró el contador. Y agregó: “Lo que llamó la atención era que no se manejaban fondos por más de cinco mil pesos”.
Cuando le mencionó el faltante a Pacheco, se puso tenso: “Se pone muy nervioso y me dice que el dinero no estaba”. Tras pedirle al contador que le contara la situación a Carrer, los tres se reunieron y finalmente el imputado confesó que había sacado el dinero de la caja.
“Con respecto al dinero faltante, Pacheco había registrado todos los datos chicos de la Caja Complementaria. No hubo ocultamiento de la situación ni puso gastos inexistentes para cubrir eso, sino que contablemente constaba que el dinero estaba en la caja y en virtud del arqueo se detectó que no estaba”, cerró.
Al formular su descargo ante la Justicia, dijo que había cometido un “error” que ya había enmendado. Sin embargo, la Fiscalía Federal N° 3, a cargo actualmente de Maximiliano Hairabedian, entendió que no hubo un “error” sino un delito y lo imputó por peculado, que implica una apropiación definitiva de los caudales públicos con el quebranto para las arcas.
En este caso, Pacheco era el responsable contable de la Caja.
En noviembre último, Hairabedian solicitó la elevación a juicio de la causa. El juez N° 3, Miguel Hugo Vaca Narvaja, finalmente la elevó y el Tribunal Oral Federal N°1 confirmó que el debate se realizará el 6 de abril próximo.
