Emanuel Reynoso, conocido como “Bebelo”, actual jugador del club Tijuana (Xolos) de la primera división de México y exfutbolista del Club Atlético Talleres y de Boca Juniors, finalmente enfrentará un juicio oral y público por los hechos presuntamente ocurridos el 4 de diciembre de 2021 en Córdoba.
La fiscal a cargo de la investigación, Lourdes Quagliatti, había elevado la causa a juicio el 27 de diciembre de 2022. Pero el 8 de febrero de 2023 hubo una resolución del juzgado de Control, que determinó la falta de mérito tanto para sobreseer –tal cual era el pedido de la defensa– como para elevar a juicio.
En aquel entonces, el juzgado sostuvo que faltaban medidas de prueba. Pero, tras recopilar esas pruebas, que según la investigación vincularían al jugador con delitos de amenazas calificadas y de lesiones leves reiteradas, con agravantes por el uso de armas y premeditación, ahora deberá enfrentar al tribunal.
Vale decir que la defensa aún puede plantear su oposición a la elevación a juicio. No obstante, desde la querella se mostraron confiados. “Teniendo en cuenta los recursos ya interpuestos y la prueba consolidada, es improbable que la situación varíe”, expresaron.
Según el expediente, los hechos ocurrieron durante la madrugada del 4 de diciembre de 2021, en una fiesta privada que se realizó en una vivienda del barrio Almirante Brown, popularmente conocido como “Barrio Chino”.
Reynoso habría llegado al lugar acompañado por un grupo de personas, quienes protagonizaron una serie de incidentes violentos, de acuerdo a las fuentes investigativas.
Según detallaron desde la fiscalía, los testimonios y las pruebas reunidas indican que Reynoso habría golpeado a un menor de edad y amenazado con un arma de fuego a varios asistentes, lo que provocó una trifulca que dejó a tres personas lesionadas.
Las víctimas presentaron heridas calificadas como leves por los peritos médicos. Una de ellas (de quien se reserva la identidad por ser menor de edad) sufrió hematomas faciales, lesiones en la mandíbula y traumatismos oculares.
Otro joven perdió su celular y sufrió contusiones, todo según la investigación que instruye Quagliatti. Las declaraciones de los afectados señalan que Reynoso lideró al grupo agresor, según fuentes de la investigación.
De acuerdo a lo relatado por estas mismas fuentes, el jugador habría utilizado un arma de fuego durante el altercado. Vale remarcar que, hasta que se demuestre lo contrario, el acusado es inocente.
El proceso judicial
La fiscal Quagliatti inició la investigación penal preparatoria tras recibir la denuncia en diciembre de 2021. Reynoso fue detenido inicialmente, aunque recuperó la libertad tras pagar una fianza de un millón de pesos argentinos.
Durante este tiempo, se le permitió viajar al extranjero para cumplir con sus compromisos profesionales.
El caso sufrió retrasos debido a objeciones de la defensa y a resoluciones de la jueza de Control N° 2, Laura Barale, quien había considerado la falta de pruebas para avanzar.
Entre las imputaciones que pesan sobre el jugador, se destacan lesiones calificadas, amenazas agravadas por el uso de armas y la premeditación del ataque.
Defensa y querella
Los abogados defensores de Reynoso, Ricardo Moreno y Jorge Sánchez del Bianco, sostienen la inocencia del futbolista y afirman que su participación en los hechos no está probada.
Según Reynoso, aquella noche se encontraba en otra fiesta y no participó en los hechos violentos.
Por otro lado, Carlos Nayi, abogado de la querella, celebró la decisión de llevar a Reynoso a juicio. “Las pruebas son contundentes y las víctimas merecen justicia”, señaló.
Nayi representa a tres de las víctimas, incluido el menor de edad, y exige sanciones ejemplares para el futbolista.
“La Justicia debe brindar un trato igualitario evitando castigar a los débiles y acariciar a los fuertes, a los poderosos, a los famosos; esto es, devolver la confianza pública”, dijo el letrado a propósito de la condición de futbolista destacado que reviste el acusado.
De ser hallado culpable, Reynoso podría enfrentar penas de prisión que podrían oscilar entre uno y cinco años, dependiendo de la acumulación de los delitos y de los agravantes.
El juicio podría llevarse a cabo en los próximos meses si no se interpone otro recurso por parte de la defensa.
