Silvina cambió su forma de vida. Agregó una alarma a su casa, además de colocar un sistema de trabas internas, con la esperanza de no padecer un nuevo hecho de inseguridad, como el robo que había afrontado un año atrás.
Pero el pasado domingo, a las 22, nada detuvo a un grupo de delincuentes que arrasaron con todo lo que encontraron en apenas cinco minutos.
La víctima es parte del grupo de vecinos que reside en Sierra Nueva, un barrio con control de acceso en la ciudad de Mendiolaza en el Gran Córdoba. Los residentes han contabilizado 20 robos sólo en 2023. Con este nuevo hecho de inseguridad, esa odiosa marca ascendió ahora a 11 robos en lo que va de 2024.
Para colmo, los vecinos aseguran que en ninguno de los casos se recuperaron las pertenencias sustraídas.
Aunque con el caso de Silvina creen que llegaron al colmo porque, si bien la Policía no halló a los delincuentes, los vecinos encontraron la cartera de la víctima.
El predio colinda, alambre de por medio, con un terreno sin mantenimiento con 500 metros de monte.
El descampado pertenece a la jurisdicción de la ciudad de Villa Allende.
“Vivimos abrazados al miedo. Se quedan agazapados en el baldío y cuando nos vamos asaltan nuestras casas, como le pasó a Silvina”, contó una habitante del barrio.
En todos los casos, según dijeron los damnificados, se realizaron las denuncias. Sin embargo, se quejaron por la demora en concretar cada procedimiento en la Unidad Judicial y el resultado, aseguran, es negativo porque no se recuperan las pertenencias robadas.
Un nuevo robo express
Silvina había salido de su vivienda el pasado domingo y se encontraba en la ciudad de Córdoba. Desde la central de alarmas que monitorea su vivienda se contactaron para advertirle que los sensores habían detectado movimiento.
“Creí que sería una ventana abierta, pero me explicaron que habían sonado todas las zonas de la alarma de la casa”, relató la mujer.
En cinco minutos, detalló, los delincuentes cargaron notebooks, un televisor de gran porte, gran cantidad de ropa, anteojos de sol, cuatro pares de zapatillas, entre otros objetos menores, como un reloj de pared y la cartera que finalmente fue hallada por sus vecinos.
No había dinero en efectivo en la vivienda.
“Los cajones de las cómodas de los cuartos estaban todos dados vuelta. Se notó que habían actuado con rapidez o torpeza, porque estaba todo tirado”, señaló la mujer.
Como tenía previsto salir de viaje, había dejado las valijas listas sobre la cama matrimonial. En vez de llevarlas, dieron vuelta todo su contenido. “Es como si hubiesen buscado algo, nos imaginamos que podría ser dinero, que no había”, especuló.
Según cree, entraron por la puerta principal.
“Es la segunda vez que roban en este rincón del barrio. El 1° de enero, a 50 metros, entraron a robar. Nos dimos cuenta, tiramos piedras y logramos que se fueran”, contó con indignación..
Hace un año ella había sufrido otro robo. La modalidad fue similar. “En aquel entonces no tenía alarma. Hicieron palancas en las ventanas y lograron ingresar. Ahora puse alarma, un sistema de trabas, pero nada los detuvo”, contó.
El barrio cuenta con control de acceso, pero no tiene un sistema de seguridad cerrado. Los vecinos mantienen conversaciones con la Municipalidad de Mendiolaza para que se extremen las medidas de control y cuidado.
Por otra parte, los vecinos le pagan a dos guardias para que hagan recorridos. Sin embargo, las rondas de vigilancia se redujeron en el último tiempo dado que la crisis económica le impide al grupo de propietarios mantener los horarios de vigilancia activa.
