Docentes que van armados a sus escuelas. Alumnos que amenazan a sus compañeros con pistolas de bajo calibre. Drogas. Batallas campales en los patios escolares. Padres de unos estudiantes que van a trompear a otros alumnos. Maestros víctimas de la delincuencia. Escuelas robadas. Hechos de inseguridad reiterados.
Estamos en la ciudad de Córdoba. El martes 27 se va a cumplir un año de la reapertura de las aulas, tras más de un año y medio de pandemia. Pero la falta de personal policial y los vínculos escolares agrietados han elevado los índices de violencia y de inseguridad en este ámbito.
Este jueves, La Voz pudo reconstruir un mapa (seguramente incompleto) de las escuelas que no cuentan con adicionales de la Policía.
Son las escuelas Provincia de Catamarca, San Fermín, Honorato Laconi, Antonio del Viso, Juvenilia, Mutualismo Argentino, Matienzo, José María Paz, Osvaldo León, Forestier, Patricias Mendocinas, Etchegoyen, Manuel Reyes Reyna, Washington Ávalos, Lugones, Juan José Paso, Provincia de Misiones, Congreso de Tucumán.
La lista no se acaba: Ipem 338, José Gabriel Condorcanqui Tupac Amaru II, Primera Junta, Nicolás Avellaneda, Héroes de Malvinas, Tránsito Cáceres de Allende, Ipem 312, Cenma central periférico Argüello (y sus cinco anexos), Adolfo Saldías, Escuela Especial Carolina Mosca, Caldelari y Horacio Castillo.
35 colegios cuyos trabajadores (docentes o directivos) aseguran no contar con personal policial fijo.
En tanto, desde el Ministerio de Educación se limitan a requerir la solución en la cartera de Seguridad. “Ya se pidió la incorporación de adicionales y en eso está trabajando Seguridad”, remarcaron.
No obstante, directivos y docentes que habitan a diario el ámbito escolar se preguntan si se va a solucionar el problema con la sola aparición de la Policía.
Familias preocupadas por el aumento de robos y hechos vandálicos
Del lado de las familias, la asociación civil Familias por la Educación Córdoba aseguró que hay una “enorme preocupación debido al estado de vulnerabilidad y desprotección” adentro de las escuelas y en las inmediaciones.
“Son innumerables los hechos de inseguridad que se dan a la entrada y salida de los establecimientos. Somos conscientes de que la ola de inseguridad en la provincia viene en crecimiento y acecha a toda hora y en todos los lugares; sin embargo, la variedad de hechos vandálicos en escuelas hace que padres, chicos y docentes sientan temor”, expresó la titular de la asociación, Soledad Cabral, quien también integra la agrupación Padres Organizados Córdoba.
La preocupación en el seno familiar tiene su correlato directo en la interrupción repentina de los trayectos escolares. En septiembre, los padres de distintos colegios ya protagonizaron cinco ocupaciones para reclamar por la seguidilla de sucesos policiales.
“Se ha impuesto un clima de turbación y desasosiego (en las escuelas), que limita el derecho de enseñar y aprender de manera digna. Creemos que es necesario un trabajo mancomunado entre la comunidad educativa y los ministerios de Educación y de Seguridad, a los fines de establecer una agenda común”, agregó Cabral.
A la par, desde Familias por la Educación pidieron mayor claridad en las estrategias para prevenir situaciones de inseguridad en las cercanías de las escuelas.
“Las autoridades deben delinear un mapa con las zonas más azotadas por la delincuencia; establecer corredores escolares seguros; incrementar la presencia policial; multiplicar y mejorar la luminaria; desmalezar y limpiar los sitios baldíos; colocar cámaras de seguridad”, pidieron.
Estudiantes, desencajados de su rol en las escuelas
Antes de la toma del Ipem 18 doctor Federico Aníbal Cumar, de barrio Granja de Funes, los hechos de inseguridad que se registraban eran frecuentes. Sin embargo, a finales de agosto los estudiantes ocuparon ese establecimiento de la zona noroeste de la ciudad.
Un grupo de chicos había entrado sin permiso al colegio. Y habían golpeado a una estudiante y amenazado al profesor de educación física. Antes de los agravios, no habían conseguido que los intrusos abandonaran el predio escolar.
El otro caso paradigmático fue el de la escuela Provincia de Santiago del Estero, en barrio Villa El Libertador. A fines de agosto, sufrió el último de una seguidilla de cinco robos en cuatro meses.
Aquella vez, delincuentes ingresaron a través de una ventana de una pequeña aula que pertenece al área de educación física. “Rompieron todo lo que pudieron”, expresaron en ese momento desde la dirección de la escuela.
Luego siguieron los reclamos de los padres del Ipet 48 Presidente Roca, del parque Sarmiento. Allí, en abril detectaron a un estudiante que entraba droga al establecimiento. Y en los primeros días del mes trascendieron las peleas campales que protagonizaron estudiantes y personas externas a esa institución.
“No sabemos cómo actuar. Si no hay policías y nadie les hace caso a los profesores, los que tenemos que hacer algo somos nosotros”, dijo un alumno del Ipem 18.
Un par suyo, en el Ipet 48, reconoció que está “atravesado por el miedo”. “No sabemos qué puede volver a pasar. Salimos con nuestras mochilas al recreo, porque nos roban todos los días”, dijo.
Este jueves, otro hecho se vio reflejado en la trastrocada cotidaneidad escolar. Un grupo de padres del Ipem 162 Victor Rée denunció que sus hijos fueron agredidos por estudiantes del Ipem 208 Marina Waisman.
“Casi 60 chicos vinieron en patota a agredir a nuestros hijos. Llegaron con palos, con puntas (armas blancas) y hasta con pistolas”, aseguraron.
