En las últimas horas se vivieron momentos de tensión en barrio Villa Urquiza, zona oeste de la ciudad de Córdoba, cuando un vecino fue detenido tras pasearse por las calles sin remera y con un chaleco antibalas de la Policía de la provincia de Córdoba.
Se trata del segundo caso conocido, en menos de 24 horas, en el que la fuerza encuentra un pertrecho oficial en manos de presuntos delincuentes.
En la madrugada del lunes, luego de una balacera sin heridos en barrio Müller, franja sudeste de la Capital, uniformados hallaron en un domicilio un arsenal y dos chalecos antibalas. Uno de estos era de la Policía de Córdoba.
La aparición de estos implementos de protección balística en manos de cualquiera, sobre todo de ciudadanos con antecedentes penales, ha generado preocupación en los principales despachos de la Policía y del área de Seguridad. Sobre todo por un punto central: los chalecos fueron hallados prácticamente de “casualidad”. Es decir, en operativos callejeros, no en el marco de investigaciones.
Ambos episodios se encuentran bajo investigaciones en fiscalías distintas y no hay ninguna relación entre los casos.
Las preguntas no dejan de surgir: ¿qué hacían esos chalecos en esos lugares? ¿Cómo llegaron? ¿A qué policías se los robaron? ¿Qué iban a hacer con esos pertrechos? ¿Cuántos chalecos antibalas de la Policía hoy están en manos de la delincuencia? Preguntas que no tienen respuestas.
No es la primera vez que en Córdoba se hallan chalecos antibalas de la Policía provincial en manos de delincuentes. Por lo general, estos implementos son usados por bandas de ladrones que fingen allanamientos para concretar grandes asaltos a empresas o a particulares.
En cuero y con un chaleco policial
Era la tarde del lunes, cuando un operador de una cámara de un domo de la Policía prestó atención a lo que sucedía en calle Campichuelo al 400, en Villa Urquiza.
Un hombre se movía frente a su casa con un chaleco balístico de la Policía de Córdoba. Al cabo de los minutos, arribaron patrullas y verdaderos uniformados fueron a su encuentro. En la casa se hallaron, a su vez, otros dos chalecos color negro que cumplen la misma función de protección antibala.
Según los investigadores, el detenido cuenta con “frondosos antecedentes delictivos”.
Referentes de la zona, en tanto, dijeron, ante la consulta de este medio, que se trata de “una persona fuera de sus cabales, que tiene problemas psiquiátricos”.
Los mismos vecinos de la zona reconocieron que tiene “antecedentes por homicidio” y que “salió de la cárcel hace mucho tiempo”.
“Había comenzado a asistir a una iglesia evangélica en barrio Villa Urquiza. Después de un año, dejó de ir y se dedicó a drogarse. Sabrá Dios de dónde sacó ese chaleco, porque ladrón no es. Más bien era reducidor: vende lo que otros roban”, confiaron fuentes que aseguraron ser allegadas al detenido.
Detención y tensión
El operativo quedó filmado por los domos policiales. En las imágenes se puede ver que el hombre camina en el sentido opuesto al tránsito por Campichuelo, con el instrumento protector.
Gira rápidamente hacia una vivienda de rejas negras donde trata de resguardarse, cuando ya sabe que la Policía lo persigue.
Las imágenes provistas por la Policía muestran el momento exacto cuando abandona esa misma vivienda, ya sin el chaleco colocado. El sospechoso intenta seguir a pie.
Sin embargo, su paso es cercado por dos motocicletas policiales y luego por una camioneta de la fuerza.
En cuestión de segundos, llegaron más móviles y comenzó a juntarse una muchedumbre.
Rápidamente, el hombre fue reducido y detenido, mientras algunos vecinos comenzaron a protestar por el procedimiento. Los hechos no pasaron a mayores: la Policía terminó llevándose al sospechoso y la gente se dispersó.
Los pesquisas se encuentran en plena acción investigativa: buscan saber qué hacían esos chalecos en manos del detenido.
“Testigos aseguraron que otras personas le habían dado la vestimenta para que él la vendiera”, dijeron fuentes investigativas. Sin embargo, se preguntan por qué se lo había colocado.
Más casos
El mismo lunes, en el marco de un procedimiento en un domicilio de barrio Müller, efectivos de la Policía secuestraron chalecos antibalas (uno de la repartición), además de armas y hasta handies usados para cometer robos.
Todo se produjo en la madrugada del lunes, cuando uniformados llegaron a esa vivienda debido a que un hombre efectuaba disparos.
El sospechoso quedó detenido. Mario del Valle Sosa arrastra un abultado prontuario delictivo, indicaron las fuentes consultadas.
Ahora, hay una investigación judicial para determinar si el arsenal era suyo, si había eventualmente cómplices y cuál era el destino de esos elementos.
Cabe señalar que en otro operativo policial, que se realizó en junio, se detuvo a un hombre que tenía en su poder tres armas de fuego. En su domicilio, las fuerzas hallaron un chaleco antibalas de la Policía, cuya procedencia forma parte de una investigación aún en curso.
El allanamiento tuvo lugar en barrio Hipólito Yrigoyen, zona norte de la Capital. Al lugar habían llegado investigadores en el marco de un allanamiento por delitos informáticos a través de home banking contra damnificados de Santiago del Estero.