A. E. L., de 17 años, fue localizada sana y salva en La Quiaca después de diez días de incertidumbre, aunque persiste el interrogante sobre cómo recorrió 1.773 kilómetros sin ser detectada.
La Quiaca, Jujuy. Tras diez días de angustiosa búsqueda, una adolescente de 17 años, identificada como A. E. L., fue hallada sana y salva en la zona fronteriza de La Quiaca, Jujuy, en el límite con Villazón, en el sur de Bolivia. La joven había desaparecido el 28 de junio luego de ser vista por última vez al salir de la casa de su abuelo en Villa Urquiza, Buenos Aires.
La noticia fue confirmada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que comunicó: “Queremos informar que finalizó la búsqueda de A. E. L. ¡Muchas gracias a todos los que se preocuparon y colaboraron para encontrarla!”.
La desaparición de la adolescente activó de inmediato el protocolo de búsqueda de personas, lo que incluyó la publicación de su perfil en la sección de personas buscadas del sitio web oficial. El Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires emitió una alerta oficial y difundió descripciones físicas detalladas para facilitar su identificación.
El operativo policial fue intenso y contó con la colaboración crucial de diversos organismos nacionales y provinciales. La División de Investigaciones de Delitos contra la Niñez y Adolescencia de la Policía de la Ciudad solicitó la ayuda de la Unidad Especializada en Búsqueda de Personas de Jujuy ante la sospecha de que la adolescente podría encontrarse en esa provincia del norte argentino. La Policía de Jujuy, por su parte, subrayó la “labor conjunta entre organismos provinciales y nacionales para resolver el caso y garantizar la protección de la joven”.
Una vez localizada, A. E. L. fue asistida por personal especializado de la Línea Nacional 102. Inmediatamente, se activaron los procedimientos necesarios para su regreso a la provincia de Buenos Aires, coordinando con las autoridades judiciales correspondientes.
Sin embargo, a pesar de la resolución del caso, aún persiste la incógnita de cómo la joven logró recorrer cientos de kilómetros, desde Buenos Aires hasta La Quiaca, sin que las autoridades advirtieran que estaba siendo buscada.