En un trágico desenlace, Karen Rodríguez, una joven de 22 años que estaba desaparecida desde el lunes 9 de diciembre en la provincia de Tucumán, fue encontrada sin vida este fin de semana en una fosa ubicada en el patio de la casa de su tío, quien fue detenido cuando intentaba huir.
La desaparición de Karen comenzó la noche del lunes, cuando regresó a su casa para tomar una campera y le dijo a su padre que volvería pronto. Sin embargo, al no regresar a dormir y dejar de responder a los mensajes, su padre, Mario Rodríguez, comenzó a preocuparse. Al día siguiente, realizó la denuncia por desaparición, y con el apoyo de vecinos, comenzó una búsqueda en la zona de Concepción, Tucumán.
El hallazgo del cuerpo fue realizado por el propio padre de Karen, quien recibió información de que la joven había sido vista en la casa de su hermano. “Me mandaron un mensaje en el que me aseguraban que a mi hija la habían visto en la casa de su tío. Entré, él no estaba y algo me hizo presentir que ella estaba en ese lugar”, relató Mario en un medio local.
Al ingresar al patio de la vivienda, el hombre observó una chapa sobre tierra removida y, al excavar con sus propias manos, descubrió el cuerpo de su hija. “No dudé en reconocerla”, comunicó Mario.
La policía, alertada por un fuerte olor proveniente del lugar, encontró la fosa y comenzó un operativo que permitió la detención de Matías Bulacio, de 34 años, tío de la víctima y principal acusado del crimen. Bulacio fue interceptado en la terminal de La Rioja, cuando intentaba escapar en un colectivo de larga distancia con destino a otra provincia.
Fuentes policiales informaron que Bulacio había sido pareja de la tía de Karen, aunque la relación se había terminado. “En estos días al tipo se lo veía ir y venir nervioso, como si hubiera estado muy drogado o alcoholizado”, comentaron vecinos al diario El Tucumano.
Los investigadores tienen como hipótesis de que Karen fue llevada engañada a la casa de su tío, quien, según relatos de familiares, intentó desviar las sospechas sobre su vinculación con el caso. “Mi cuñada trató de desviar mis sospechas de que su expareja algo sabía de mi hija. No puedo creer que mi propia familia esté involucrada en esto”, expresó Mario Rodríguez.