Mientras el dolor, las preguntas y la conmoción absoluta crecen en la localidad de La Paz, en el Valle de Traslasierra, la Justicia avanza en la investigación para ahondar y esclarecer todas las circunstancias que rodean el espantoso caso de la mujer que mató a su hija de 6 años.
Laura Elizabeth Báez (39) quedó internada en el Hospital Regional de Villa Dolores debido a unas heridas que se realizó con arma blanca. Está con custodia policial.
La fiscal Eugenia Ferreyra la imputó por homicidio calificado por el vínculo. La pena, en caso de condena, es la prisión perpetua.
Fuentes con acceso a la causa señalaron que la mujer atravesaba una crisis psiquiátrica desde hacía un largo tiempo. En ese marco, un supuesto brote psicótico aparece como la hipótesis más importante respecto de lo que pudo haber sucedido en el domicilio. De todos modos, la investigación está abierta y transita los primeros pasos.
Entre las medidas procesales ordenadas, está la toma de testimonios a vecinos de la población y a los propietarios de una farmacia donde la mujer solía trabajar.
También está previsto tomar declaración a la mamá y al papá de Báez, como así también al exmarido de la mujer y padre de la criatura, entre otros familiares, aunque esos procedimientos serían realizados no en el corto plazo, debido a la conmoción que impera.
Según relataron fuentes del caso a La Voz, en principio no habría denuncias o registros de malos tratos por parte de la mujer a su hija. Tampoco, en principio, se escucharon gritos o golpes con anterioridad en contra de la pequeña.
De todos modos, hay un episodio de índole personal que la misma mujer protagonizó contra sí misma y que es investigado.
Dos filicidios en un mes
Con el drama ocurrido en La Paz, son dos las criaturas que han sido asesinadas en Córdoba en lo que va de 2022. En rigor, dos casos en mayo.
El anterior episodio de espanto sucedió a comienzos de mes en la localidad de Morteros, en el este cordobés, donde un hombre asesinó a su expareja y al pequeño hijo de ambos con un arma blanca.
Luego, el asesino se quitó la vida en la misma casa.
“Maté a mi hija”
“Una cosa es decirlo, contarlo o incluso reportarlo a un superior o contarlo a un periodista para que haga su nota. Otra cosa es estar ahí en el lugar… En esa casa. En esas habitaciones. Ver cómo quedó todo. Es una cosa de espanto...”.
Así se refirió a La Voz una alta fuente policial que ingresó al domicilio donde sucedió todo en La Paz, esa bella y tranquila población de casi tres mil habitantes en el pintoresco departamento San Javier.
La vivienda está ubicada en calle Juan Funes al 150. Se encuentra a dos cuadras de la plaza central.
Todo sucedió en las primeras horas de este miércoles.
Fue a las 8 cuando el llamado telefónico entró al destacamento policial, donde había un par de uniformados que se estaban preparando para colaborar con el censo nacional.
“Maté a mi hija. Vengan”, se escuchó de boca de una mujer.
El policía que atendió pensó que se trataba de una broma.
La mujer repitió la orden y dio su dirección.
A los pocos minutos, la patrulla policial llegó al domicilio.
La puerta se encontraba cerrada, pero sin llave.
Apenas entraron, los uniformados quedaron paralizados.
En un cuarto, estaba la mujer sentada en la cama. A su lado, un cuchillo de cocina. No se resistió.
El piso, las paredes daban cuenta del espanto cometido.
En la otra pieza, el cuerpo de la pequeña Ana Laura. Al lado, un destornillador.
Aparentemente, el cuerpo llevaba varias horas así. La habitación paralizaba por completo.
Con el paso de los minutos, fueron arribando jefes policiales y luego personal judicial de la fiscalía tras recorrer los 40 kilómetros que hay desde Villa Dolores.
En una ambulancia, Laura Báez fue trasladada al Hospital Regional de esa ciudad. Apenas ingresó a la guardia, el cuerpo médico la estabilizó y la sedó.
Por orden de la fiscalía, quedó una custodia policial.
La noticia del filicidio corrió por todo el pueblo.
Numerosas vecinas y vecinos se acercaron para ver y dar crédito a lo que decían que había sucedido.
Faltaba poco para las 9 de la mañana, cuando a esa vivienda llegó el propio exesposo de la mujer y padre de la pequeña Ana. Según testigos, iba a visitar a la criatura.
El hombre, un mecánico que reside a pocas cuadras, desconocía absolutamente lo que había pasado.
Entre varios policías tuvieron que sujetarlo en plena calle.
Crisis psiquiátrica
La causa se instruye en la fiscalía de Eugenia Ferreyra y su equipo.
Por un lado, investigadores policiales y judiciales avanzan en el armado del rompecabezas del espanto ocurrido en La Paz.
Los primeros datos señalan que Laura Báez atravesaba un profundo cuadro depresivo y había tenido una crisis psiquiátrica tiempo atrás.
“Estaba al cuidado de sus padres. Estaba bajo un tratamiento. Pero vivía sola con la nena. Se había separado de su esposo hacía unos seis años, aproximadamente”, señaló una alta fuente de la causa.
Peritos de Policía Judicial trabajaron en el domicilio, recogieron muestras y secuestraron armas blancas que serán sometidas a peritajes.
Sus rostros al salir de esa casa lo decían absolutamente todo.
Si bien la hipótesis del brote psicótico es fuerte, resta un largo trabajo por parte de la fiscalía.
En el pueblo ya se escucha toda clase de comentarios.
La fiscalía tendrá la misión de confirmar verdades y alejar chismes.
Mientras, la mujer continúa internada y con custodia. Un policía tiene orden de no dejarla sola y de no dejar que nadie entre al cuarto del hospital.
