Un nuevo y alarmante caso sacude el sistema penitenciario bonaerense, revelando cómo un interno, condenado por intento de asesinato agravado por ensañamiento, operaba una red de extorsión a menores desde su celda en la cárcel de Junín.
Utilizando un perfil falso en redes sociales y un teléfono celular, el delincuente obtenía fotos íntimas de adolescentes para luego amenazarlos.
Este incidente se enmarca en un megaoperativo contra la pedofilia y el grooming, que ha puesto en evidencia la persistencia de estos delitos incluso detrás de los muros de prisión.
Capturado en el megaoperativo “Protección de las Infancias V”
La detención de este individuo se produjo en el marco del megaoperativo “Protección de las Infancias V”, que desplegó 165 allanamientos en toda la provincia de Buenos Aires.
Específicamente, uno de los procedimientos tuvo lugar en el penal de máxima seguridad de Junín, en un pabellón de la Unidad Penitenciaria N° 13, donde fue secuestrado el teléfono y otras pruebas al principal sospechoso, de 26 años.

El fiscal de Junín, Fernando Graffigna, quien estuvo a cargo de esta parte de la causa, indicó a Clarín que el caso se inició tras una alerta de una de las ONG internacionales dedicadas al rastreo de estos delitos.
El rastro llevó a un “intercambio” de datos y conversaciones íntimas entre el preso y un adolescente de 14 años oriundo de Caracas, Venezuela, al que finalmente le solicitó una foto explícita.
El sofisticado modus operandi desde la celda
La investigación reveló un sofisticado método de engaño: el recluso se hacía pasar por una mujer joven y creaba perfiles truchos en redes sociales con el fin de contactar a menores.
Su objetivo era convocar a adolescentes, pedirles material íntimo y luego extorsionarlos, tal como ocurrió con el joven venezolano.
Lo más llamativo es que el celular, si bien estaba registrado a nombre de otro interno a punto de cumplir su condena, era utilizado por el acusado.

Cabe destacar que, según el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), el uso de celulares por parte de los internos está permitido, siempre y cuando se informen los datos en un registro.
Un patrón preocupante: otros casos de delitos desde prisión
Este caso no es un hecho aislado en las cárceles bonaerenses. El fiscal Graffigna señaló que ya intervino en otros seis episodios similares registrados en su jurisdicción.
De hecho, en noviembre del año pasado, durante un operativo anterior de protección de infancias, se conoció el caso de Víctor Hugo Balderrama (34), un albañil condenado a 50 años de prisión por violación reiterada de menores, quien desde su celda traficaba material de abuso sexual infantil, incluso imágenes y videos de los abusos que él mismo había cometido, revictimizando a sus víctimas.
El imputado en el caso de Junín, en esta ocasión, ha estado alojado en la Unidad 13 durante cinco meses, tiene antecedentes y fue procesado en los tribunales de Pergamino.
El impacto del operativo “Protección de las Infancias V”
El operativo del jueves 12 de octubre representa la acción “la más grande” contra la pornografía infantil y la pedofilia en la provincia de Buenos Aires.
Se realizaron 165 allanamientos simultáneos en 84 ciudades, coordinados desde el Departamento de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Ciberpedofilia y Grooming de la Procuración General.
Como resultado, 10 chicos fueron “rescatados” de redes dedicadas a la comercialización de este tipo de material y otros 63 niños, niñas o adolescentes lograron ser separados de sitios u hogares donde se realizaban estos delitos.
Solo en La Matanza, se llevaron a cabo 35 procedimientos, donde se detuvo a un hombre que producía material de abuso sexual infantil y cuya víctima era una niña de 5 años, liberando también a otros dos niños de 10 años de su grupo familiar.