El abogado de Ildemar Marquard presentó ante el Tribunal Oral Federal N°3 el pedido de excarcelación por libertad condicional de su defendido, condenado a diez años de cárcel y preso en el penal de Ezeiza.
En el boletín del Servicio Penitenciario Federal, Marquard, era un “preso modelo”. Con la matemática a favor de su cliente, presentó también los dos cursos de cocina realizados dentro de la cárcel. Uno de gastronomía libre de gluten y otro sobre platos de Medio Oriente, cada uno de 90 horas de cursado. También le recordó al Tribunal que Marquard terminó el secundario en prisión.
Ildemar Marquard de 54 años, nació en El Soberbio Misiones aunque vivía en San Martín, trabajaba de carbonero y cayó preso en 2016.
En julio de 2020 el Tribunal le rechazó el primer pedido de libertad condicional. Sin embargo, en esta oportunidad, el fiscal Eduardo Codesido dictaminó que “a su entender, corresponde un avance de seis (6) meses y diez (10) días de avance en la progresividad penitenciaria por los logros académicos alcanzados en detención”. “De tal modo, con la reducción por estímulo propiciada, el requisito temporal exigido por la normativa en trato se encontraría satisfecho”, continuó el documento, con la firma de los jueces Nada Flores Vega, Walter Venditti y Esteban Rodríguez Eggers.
El pasado martes el Tribunal le redujo cinco meses la condena. Con esta reducción, se consideró que los dos tercios de su pena estaban cumplidos, lo suficiente para salir. Ildemar Marquard consiguió su excarcelación por libertad condicional.
La libertad condicional le prohíbe salir del país, drogarse ni beber alcohol. También se le solicitó una causación real de medio millón de pesos que podía ser pagada por un fiador. La base de la acusación en su contra era el delito de trata de personas, pero no en la forma usual.
Lo liberaron por realizar cursos de cocina: el delito
En 2016 Marquard desde su casa en Tortuguitas, provincia de Buenos Aires, captó a la niña de 14 años con ayuda de la madre de la menor.
Bajo un contexto de violencia y pobreza extrema fue que la madre accedió y la mando al Conurbano en colectivo. Al llegar, Ildemar la forzó a firmar una unión de hecho, la violó y la embarazó. En ese momento Marquard tenía 48 años, 34 más que la victima.
La menor, para ese entonces madre de un varón, lo trataba como “el señor” frente a terceros. Un día ese bebé enfermó y por esa visita al médico cayó Ildemar.
El bebé ingresó al centro de atención primaria El Chelito en Tortuguitas con un cuadro grave de bronquiolitis y cinco meses de vida. La menor fue acompañada por Analía, de nacionalidad paraguaya, que decía ser su amiga. Una trabajadora social se dio cuenta de lo que ocurría y elevó el caso a la Justicia. Hablando de su embarazo la mejor le dijo: “Yo no quería, pero pasó”.
El 15 de junio de 2016, dos semanas después, la trabajadora social fue a la vivienda de la menor. El bebé había empeorado y Analía estaba con ella.
Al comienzo de la entrevista, según los informes de la trabajadora social, la menor decía que estaba perdida y había venido de Misiones a “vivir con el señor” mientras Analía le decía que no dijera el nombre del hombre.
Finalmente hablaron del “señor”, dieron su nombre. Analía aseguró que “las maltrataba”, que tenían relaciones sexuales con él por “necesidad”.
El caso llegó a la UFI N°14 de San Martín, que envió a la división Trata de Personas de la Policía Bonaerense a la casa de Ildemar Marquard. El informe posterior señaló que allí se hacían fiestas con música a alto volumen, que concurrían “muchos hombres”, que allí vivía Analía junto a otra mujer de su misma nacionalidad y que el dueño de casa era del acusado.
Las jóvenes paraguayas declararon: hablaron de un arreglo de hecho, que Ildemar ponía la comida, que les permitía vivir allí, que “el señor” resentía que le dijeran a la menor que cuide al bebé, porque la función de la menor, en la cabeza de Ildemar, era cuidarlo a él, al amo, al señor de la casa.
Meses después, la menor declaró en cámara Gesell donde contó su historia.
“Ildo” fue arrestado poco después. El Cuerpo Médico Forense realizó el estudio de ADN con el bebé y la compatibilidad fue de un 99%. La menor fue protegida por personal Centro de Atención de la Víctima (CENAVID) y al Programa de Rescate y Acompañamiento de Personas Víctimas del Delito de Trata, a los que la fiscalía les encargó un relevo de la situación.
En su momento, el Tribunal N°3 determinó que no se trata solo de Ildemar y elevó un oficio al Juzgado Federal de Eldorado en Misiones. Buscaron investigar a la madre de la niña de 14 años, la cómplice del carbonero.
