El 9% del total de detenidos por distintas causas –desde contravenciones menores hasta delitos– por la Policía de Córdoba de enero al 24 de noviembre de este año fueron niños, niñas y adolescentes (NNyA) menores de 18 años. En números: de los 34.758 detenidos en toda la provincia hasta la semana pasada, 3.158 eran niños, niñas y adolescentes, según respondió el Ministerio de Seguridad provincial a un pedido de información de La Voz.
Dentro de este grupo, la mitad son adolescentes punibles de 16 y de 17 años. En concreto, 1.599 detenciones, un número que en relación al total de los detenidos representa el 4,6%. Los demás son niños y adolescentes no punibles: 104 en el grupo etario de 8 a 11 años y 1.455 en la franja de 12 a 15.
Aunque la estadística policial habla de detenidos, en rigor se debería consignar que se trata de detenciones. Al menos 18 intervenciones en el grupo de 12 a 15 años se corresponden con el caso del multirreincidente MSM, quien es objeto de disputa entre la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) y la Justicia Penal Juvenil por las medidas que se pueden utilizar para que deje de producir eventos que obligan a su detención. El último incidente judicial, luego del rechazo de una medida excepcionalísima que habilite su encierro en un dispositivo diferenciado de los menores punibles, pero sin posibilidad de una “externación voluntaria”, es la solicitud de un permiso para colocarle tobilleras eléctricas que permitan su monitoreo constante.
Las detenciones son, en su gran mayoría, masculinas: un 86% de los menores de edad demorados por la Policía son varones. El grueso de los detenidos está en Capital: 1.403 varones y 209 mujeres. En la departamental Sur, fueron 809 y 109, respectivamente; y en la departamental Norte, 509 y 99.
Las causas más frecuentes de detención son delitos contra la propiedad. Por robos o hurtos, fueron detenidos este año 1.091 menores de edad. Por daños, se aprehendió a 203 adolescentes. Por violencia, a otros 143. Y por consumo de sustancias, se demoró a 67 adolescentes.
Hay un amplio y variado listado de otras causas, que concentran en rigor la mayoría de los motivos por los que la Policia detuvo a adolescentes este año. La mayoría son causas menores como controles en vía pública, incidentes en eventos deportivos, bailables o manifestaciones, conducción de autos o motos con pedido de secuestro, portación de arma, conducción peligrosa o por tener elementos que debían ser decomisados por orden judicial.
Aunque el número de casos se mantiene relativamente estable mes a mes, en julio y en agosto de este año tuvieron un pico notable, con 339 y 372 detenciones, respectivamente.
La gran mayoría de los niños, niñas y adolescentes que son detenidos por la Policía no abren paso a causa penal juvenil, ni obligan a intervenciones de la Senaf. Hasta la semana pasada, eran 118 los no punibles que están en programas de monitoreo en territorio de operadores de la secretaría. De ese número, sólo hay tres casos complejos que ingresaron en la prueba piloto de un dispositivo “intermedio” que está probando Desarrollo Humano para situaciones en las que requiere que el joven permanezca en el lugar del tratamiento.
A inicios de noviembre, había 123 NNyA alojados en el Complejo Esperanza, que es el único dispositivo habilitado para alojar a adolescentes con causas penales.
Este número es menor al registrado en julio de este año, cuando eran 164 y comenzaban a ser un problema potencial de saturación de capacidad porque el lugar tiene un máximo de 212 plazas.
De los 123 internos, 115 son varones y ocho mujeres. En lo que va del año, han pasado por el Complejo Esperanza, al menos durante un día, 411 adolescentes punibles.
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La ministra de Desarrollo Humano, Liliana Montero, dijo que lo acordó con el gobernador Martín Llaryora, con el presidente del bloque y algunos legisladores. “Tendrá todas las garantías de los tratados internacionales”, agregó.
Son un número pequeño en el universo de los detenidos por delitos. Pero también incluso son pocos en relación con otros problemas que tienen los NNyA en Córdoba.
Actualmente, hay activas 1.300 medidas excepcionales para NNyA sin cuidados parentales. Las medidas excepcionales son todas las que implican el retiro de su familia de origen por causas que van desde abuso hasta abandono.
De este total, hay 350 en residencias que gestiona la Senaf, como la que tiene como huésped al joven de las ahora 19 intervenciones.