Los padres de Lucas Funes, el joven que fue asesinado por la Policía en el marco de una persecución ocurrida en la ciudad de Río Tercero en 2012, señalaron que sólo se hará justicia si el efectivo acusado es encarcelado.
Esa fue la primera reacción de los familiares tras conocerse la elevación a juicio, a cargo de la fiscal Paula Bruera, contra el policía Luciano Carnero. El efectivo está imputado por supuesto homicidio simple con exceso en el legítimo ejercicio en un cargo. El policía está en libertad y continúa trabajando en Río Tercero.
En caso de condena, ese delito estipula una pena entre tres y seis años de prisión.
El caso de Lucas Funes
Hasta ahora sólo se emitió el decreto de elevación a juicio, sin embargo aún no quedó firme.
El caso se remonta a la mañana del 14 de diciembre de 2012. Aquella jornada, en el marco de una persecución por Río Tercero, Lucas Funes primero fue herido con varias perdigonadas de goma y luego, ya desarmado, fue muerto de un disparo en la cabeza. Le pegaron con un proyectil de plomo.
La causa inicialmente estuvo en manos del fiscal Alejandro Carballo. Luego se presentaron recursos de casación. El expediente pasó a la por entonces fiscal Andrea Heredia Hidalgo. Todos coincidieron, junto al Juzgado de Control, en el sobreseimiento de Carnero.
Sin embargo, luego de una resolución de la Cámara de Villa María, el expediente pasó a manos de la fiscal Bruera, quien finalmente mandó a juicio al policía.
La versión del policía fue que la víctima iba armada y que hubo un intercambio de disparos. Esa arma nunca se encontró y hay testigos que aseguraron que Lucas no portaba nada.
La fiscal entendió que hay elementos suficientes para señalar que hubo exceso policial.
Dolor familiar
En esta década, la familia de Lucas pidió justicia en numerosas ocasiones.
Su madre, Mónica Sosa, dijo que siente “bronca” al saber que el acusado sigue siendo policía y que porta arma.
“Lucas no era un santo, pero era un chico alegre, lleno de vida. Él era inocente, lo mataron injustamente”, señaló.
La mujer denunció que la Policía “hizo Justicia por mano propia”. “Si querían detenerlo, lo hubiesen hecho y enjuiciarlo en un tribunal; no matarlo”, señaló.
Por otro lado, Sosa se preguntó si un policía enjuiciado no está más amparado por el aparato judicial que un vecino común.
En los últimos años, la familia ha realizado numerosas marchas en reclamo de justicia en Río Tercero.
Gerardo Funes, padre de Lucas, remarcó que “desde hace 10 años la familia y amigos luchan por un juicio, para que se sepa realmente la verdad de lo que pasó”.
Opinó que “a Lucas lo mataron sin necesidad”.
Al mismo tiempo, despotricó contra un presunto hostigamiento policial local contra varios jóvenes de Río Tercero.
“Confío en la Justicia y en Dios. Este hombre va a pagar todo lo que hizo, lo pagará con cárcel”, concluyó.
Defensa
Se espera que la defensa del policía se oponga a la resolución en los próximos días.
