Un trágico caso de violencia de género conmocionó a la localidad de Virrey del Pino, en el partido de La Matanza. Ana Mabel Rodríguez, de 42 años, fue asesinada a golpes dentro de su casa, un hecho brutal dado que sus hijos presenciaron la escena.
El principal sospechoso, y actualmente detenido, es su pareja, Ricardo Arias, de 35 años. La detención se produjo en el lugar del hecho luego de que Arias llamara a su propia hermana por teléfono y confesara el crimen.
Una historia de violencia previa
De acuerdo con los primeros testimonios recabados, la víctima ya había radicado denuncias por violencia de género contra su pareja. Adicionalmente, Arias tenía vigente una restricción perimetral.
El femicidio ocurrió en una vivienda situada sobre la calle Morse al 1.500, donde la pareja convivía desde hacía cinco años. Las autoridades presumen que una fuerte discusión fue el desencadenante del ataque mortal.
Tras recibir el llamado desesperado de Arias, su hermana, en estado de shock, se dirigió rápidamente hacia la casa de Ana. En el camino, alertó a un móvil de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI).
De inmediato, se desplegó un operativo conjunto con personal de la Comisaría 3ª de Virrey del Pino. Al ingresar a la vivienda, los agentes encontraron al agresor junto al cuerpo de Rodríguez, el cual presentaba marcas visibles de golpes.
El dolor familiar: “Esto ya estaba escrito”
La familia de la víctima manifestó su profunda consternación ante la tragedia. Carlos, hermano de Ana Mabel, relató al medio El 1 Digital que “Esto ya estaba escrito“.
Carlos aseguró que Arias venía realizando amenazas de asesinarla desde hacía “un tiempo largo”, y afirmó tener guardados los audios donde su hermana le relataba la situación. El hermano recordó haber intentado intervenir previamente, diciéndole a Arias que “no la amenace más, que se calme”. No obstante, su intuición le indicaba que el peligro persistía, aunque ella no se lo contara.
Consternado, Carlos lamentó que Ana Mabel “era una mujer que la luchaba todos los días”. Relató que le había enviado un mensaje el sábado sin obtener respuesta, y al no conseguir comunicarse tampoco con su madre, decidió ir al lugar el domingo, encontrándose con la trágica noticia de la muerte de su hermana.
Implicancias legales y resguardo de menores
Los menores que se encontraban en la casa y que fueron testigos del horror fueron rescatados y puestos bajo resguardo por el Servicio Local de Protección de Derechos.
El fiscal de Homicidios Diego Rulli trabajó en la escena del crimen y confirmó la mecánica del hecho, mientras la Policía Científica realizaba las pericias correspondientes.
La causa fue caratulada como homicidio agravado por el vínculo, un delito que prevé la pena de prisión perpetua. Aunque el acusado se negó a declarar ante la Justicia, su confesión telefónica previa a su detención quedó registrada como una prueba clave en la causa.
