Un terrible hecho conmocionó este viernes a la localidad bonaerense de José C. Paz. Una mujer de 46 años, que estaba reportada como desaparecida, fue hallada asesinada y semienterrada en el patio de su casa. Su pareja, un hombre de 56 años, fue detenido por el crimen.
La víctima fue identificada como Vilma Noemí Acosta y el acusado como Fabián Norberto Real. Tenían tres hijos menores de edad en común.
La denuncia inicial la presentó en la noche del jueves la hija mayor de la víctima, quien dijo estar preocupada porque no podía contactarse con su madre desde el martes. Le mencionó a las autoridades que desconfiaba de Real ya que, según dijo, era una persona violenta. Además, contó que los vecinos lo habían visto buscando tierra por el barrio.
Sumado a esto, uno de sus hermanos había observado tierra removida en el patio de la vivienda, comentaron fuentes policiales a Infobae.
Bajo este panorama, los efectivos de la Comisaría Segunda de José C. Paz se dirigieron este viernes en la mañana al domicilio, ubicado en la calle Naciones Unidas al 4.600, donde residía la víctima junto a Real y sus tres hijos. Al llegar, los uniformados vieron que el hombre estaba sumamente nervioso y tuvo contradicciones en su declaración.
A raíz de esto, inspeccionaron el lugar y hallaron rápidamente el área del patio con la tierra removida. En ese sitio estaba el cuerpo de la víctima, semienterrado. De inmediato, Real fue detenido y llevado a la comisaría.
La Unidad Funcional de Instrucción N°19 de Malvinas Argentinas está a cargo de la investigación y esperaba los resultados de la autopsia para determinar la causa de la muerte.
Por otra parte, Gerardo, hermano del acusado, antes de que se radicara la denuncia por desaparición mencionó que Real le dijo que no sabía nada sobre el paradero de la víctima. También reiteró que el hombre solía tener comportamientos violentos con la mujer y que no la dejaba ver al resto de la familia.
Esto fue luego ratificado por un vecino del barrio, quien dijo que frecuentemente escuchaban discusiones a los gritos, provenientes de la casa.
“Lo vi cuando entraba con su auto marcha atrás, en el acoplado tenía tierra”, sostuvo.
La víctima era peluquera. Tras conocerse la noticia, una de sus allegadas se lamentó: “Esto es algo que no se puede creer. Vilma fue una de las primeras personas que confió en mí, me alentó a ser profe de peluquería. Ella es conocida pero por ser buena persona y amiguera. Nadie tenía derecho de quitarle la vida que tenía junto a sus hijos. Ni una menos”.
