Ya con declaración de reincidente, dos prisiones perpetuas y reclusión por tiempo indeterminado, Roberto José Carmona (62) el multihomicida y uno de los presos más peligrosos del país, afrontará en mayo próximo el cuarto juicio por matar a una persona.
Con tres condenas por homicidio y dos sentencias a la pena máxima, Carmona afrontará el jurado popular constituido en la Cámara 8ª del Crimen de la ciudad de Córdoba entre el 13 y el 17 de mayo. En esta ocasión debe responder por el crimen del taxista Javier Rodrigo Bocalón (45) a quien asesinó luego de emprender fuga desde la casa de su esposa, en barrio Las Violetas, al oeste de la ciudad de Córdoba, el martes 13 de 2022.
El esperado juicio tendrá como acusador público al fiscal de cámara Hugo Antolín Almirón, mientras que el tribunal técnico estará integrado por Marcelo Jaime, Eugenio Pérez Moreno y Juan Manuel Ugarte.
Carmona es asistido en la defensa por el asesor letrado Aníbal Zapata, quien debe lidiar con un peligroso preso que, además, se caracteriza por no brindar ningún tipo de colaboración en los juicios. En anteriores debates realizados en Córdoba ha ignorado a los jueces cuando pretenden interrogarlo, aun sobre sus condiciones personales.
En la causa se ha constituido como querellante el papá del taxista, Raúl Bocalón, quien es representado por el abogado Carlos Nayi. A su vez, este letrado también representa en querella particular al matrimonio “Altamirano – Lupo” al que Carmona le robó el auto tras asesinar al taxista.
La acusación
El expediente de este juicio fue instruido por el fiscal Horacio Vázquez, quien acusa a Carmona de varios delitos: “evasión”, “robo calificado por el uso de arma” en concurso ideal con “homicidio criminis causae”, aquel crimen que se comete para garantizar la impunidad o consumar otro delito. Sabido es que esta última figura tiene como única pena la prisión perpetua.
En el juicio oral y público, al que asistirán numerosos medios de comunicación, se analizarán los sucesos ocurridos durante aquella siesta de diciembre de 2022, cuando se estaba disputando la semifinal del Mundial de Fútbol de Qatar, en la que Argentina superó a Croacia. Carmona engañó a los guardiacárceles que lo habían trasladado desde la cárcel de Chaco, donde estaba alojado y lo habían llevado –con custodia– de visita a la casa de su esposa Ángela Etudié.
Aparentemente, según la acusación, con complicidad de ella y gracias a la negligencia de los penitenciarios que se habrían distraído por observar por televisión el partido, Carmona dejó la casa por la puerta del frente. Antes, les había dicho a los guardiacárceles que se retiraba a dormir la siesta.
Tras escapar, se alejó unas cuadras y abordó el taxi de Bocalón, quien a las pocas cuadras fue asesinado con un cuchillo. Sin control, el automóvil se estrelló contra dos columnas de madera, sobre avenida Santa Ana. Carmona abandonó el taxi y corrió unos metros hasta la esquina con Félix Paz. Allí amenazó a una pareja –Melisa Anahí Altamirano y Cristian Lupo– con la misma arma blanca. Les sustrajo el vehículo en el que se conducían y siguió con su fuga.
Luego tuvo una colisión con otro rodado cerca del CPC de Villa El Libertador, al sur de la ciudad, y terminó huyendo de a pie.
Minutos después, cuando ya toda la Policía lo estaba buscando, abordó a dos mujeres que salían de la Clínica Vélez Sársfield, en barrio Colinas de Vélez Sársfield, y las amenazó e hirió a una de ellas, también con el cuchillo.
Poco después, cerca de donde había matado a Bocalón, fue interceptado por una patrulla policial y fue detenido, a menos de dos horas de su escape.
Aún está en vista de resolver si deben ser juzgados juntos o separados Carmona de los otros acusados –de colaboración para la evasión– su esposa y los guardiacárceles. Los penitenciarios chaqueños están en libertad y son David Rubén “Rompe” Bravo (32), Walter Gustavo “Frodo” Gómez (40), Leandro Omar “Leo” González (33), Juan José “Ato” Penayo (29), Liber Omar Salinas (42) y Jorge Antonio “Viejo” Sánchez (42).
Lo seguro es que el próximo 13 de mayo comenzará el juicio a Carmona, por el homicidio.
Antecedentes
Al momento de ser aprehendido una vez más, Carmona estaba por cumplir 37 años de detenido, desde que cometió su primer homicidio. La víctima fue la joven Gabriela Ceppi, de 16 años.
El 16 de enero de 1986 secuestró, violó y mató a la joven y abandonó su cadáver en Toledo.
Un mes después lo detuvieron en provincia de Buenos Aires tras tomar como rehenes a miembros de una familia en San Isidro. Desde allí fue trasladado a Córdoba cuando se descubrió que era sospechoso del crimen de Ceppi.
Dos años después, ya condenado por ese homicidio, le aplica un puntazo a otro interno y le quema la cara con caramelo hirviendo, mientras dormía.
En 1994 Carmona asesina a Héctor Bolea, otro recluso que estaba a punto de cumplir su pena. Le dieron 16 años de prisión.
En busca de mayores condiciones de seguridad deciden llevarlo a un lugar más seguro y es enviado al penal de Sáenz Peña, Chaco. En ese lugar, en 1997, con un palo de escoba afilado en la punta, asesina a otro preso, Demetrio Araujo. Aquí recibió su segunda prisión perpetua.
Luego estuvo alojado otra vez en la Penitenciaría de barrio San Martín, donde los guardiacárceles lo salvaron de ser alcanzado por otros reclusos, durante el motín de febrero de 2005.
Después de eso regresó a Chaco, ahora en la cárcel de Resistencia, donde se le permitía viajar a visitar a Córdoba a su mujer, escoltado por seis guardiacárceles.
