Dos jóvenes murieron en las últimas horas tras intoxicarse con monóxido de carbono mientras dormían en una habitación de una casa ubicada en un campo en las afueras de Río Cuarto. Fuentes policiales informaron que, para soportar las bajas temperaturas reinantes, habían encendido un brasero.
A su vez, un tercer joven alcanzó a ser rescatado y fue trasladado a un hospital de aquella ciudad, donde quedó internado. Su cuadro es gravísimo y su pronóstico reservado, añadieron los informantes.
Todo sucedió en un predio ubicado en un campo ubicado en el Camino de la Costa a 10 kilómetros de la ruta 8, en proximidades de la ciudad de Río Cuarto.
Con esta tragedia registrada en ese establecimiento rural, ya suman al menos seis las personas que fallecieron intoxicadas con monóxido de carbono, precisamente a causa de accidentes con artefactos de calefacción, en lo que va del año en la provincia de Córdoba. A estos dramas fatales, que vuelven a mostrar el peor lado de la pobreza y el frío en la provincia, se les añaden los dos casos de personas que perdieron la vida en incendios domiciliarios en 2023.
En paralelo, vale señalar que numerosas personas han terminado internadas tras alcanzar a ser rescatadas a tiempo tras intoxicarse con ese letal gas que se convierte en trampa.
Tragedia con un brasero
Respecto al último drama, voceros policiales indicaron que tres jóvenes llegaron a visitar a la hija del encargado de un establecimiento rural ubicado en las afueras de Río Cuarto.
Así las cosas, los tres amigos se quedaron a pasar la noche del sábado. En la habitación que ocuparon encendieron un brasero para paliar las bajísimas temperaturas que se registraban. Todo indica que la pieza quedó sin ventilación.
Ya el domingo a la mañana, el cuidador del predio, preocupado por la falta de noticias de los visitantes, fue a la habitación y se topó con el espanto mismo: dos de los jóvenes ya estaban muertos, mientras que un tercero se encontraba descompuesto y casi no podía hablar.
Rato después, alertados por un llamado, llegaron los primeros policías al establecimiento.
Las víctimas fatales fueron identificadas como: Juan Ignacio Coria y Gabriel Eduardo Luján, ambos de 23 años, informaron las fuentes.
En estado crítico, en tanto, Facundo Guevara fue trasladado hasta el Hospital Padua de Río Cuarto, donde quedó internado en estado crítico.
El caso está en manos de la fiscalía de turno que ordenó una serie de medidas procesales tendientes a esclarecer qué fue lo que sucedió.
En el predio trabajó personal de la Policía Judicial que, además de realizar una serie de inspecciones en el inmueble, secuestró el artefacto usado para la calefacción.
Intoxicaciones y dramas
Al monóxido se lo conoce como “la muerte silenciosa” ya que es un gas inoloro e insípido, es decir no puede ser percibido a simple vista.
El monóxido es causado por la mala combustión y la falta de oxigenación en ambientes cerrados. Es altamente venenoso y, ya en el organismo, puede provocar que una persona quede inconsciente en minutos y pierda la vida al cabo de un rato.
Año tras año, en Córdoba, como en otros distritos de la Argentina, se registran tragedias en domicilios por ese gas. En este 2023, y con lo sucedido el fin de semana, ya se contabilizan al menos seis las personas que se fueron a dormir y que terminaron falleciendo tras intoxicarse con el monóxido de carbono.
Las otras cuatro tragedias fueron: un hombre que perdió la vida tras intoxicarse a causa de una estufa garrafera que consumió el oxígeno de una pieza en una casa de San Javier (Traslasierra); una joven riojana que falleció intoxicada en su cama mientras usaba una estufa a gas en una vivienda de Miramar de Ansenuza; y el caso de un matrimonio que tuvo idéntica suerte en una vivienda de la ciudad de Río Tercero.
Anualmente, en Argentina se reportan aproximadamente 40 mil casos y alrededor de 250 fallecimientos por monóxido de carbono (CO).
En un informe publicado por La Voz en junio se indicó que los registros de los principales centros de monitoreo en Córdoba indicaban que las intoxicaciones por braseros salamandras para calefaccionarse venían en aumento. Adultos mayores, bebés y embarazadas son los más afectados por estos artefactos que se suelen utilizar para calentar ambientes y que pueden resultar letales.
Otro artefacto con el que deben extremarse los cuidados son los calefones. Hay que controlar la salida correcta de los gases al exterior.
