Brian Enrique Carabajal, de 28 años, fue asesinado de seis disparos este viernes por la noche en la localidad bonaerense de González Catán.
El ataque ocurrió en la puerta de una casa ubicada en Celestino Vidal y Céspedes, adonde llegó el presunto agresor, Ariel César Collante (31), armado con un arma calibre .380 y a bordo de una moto.
De acuerdo con la investigación, Collante había ido a buscar a sus hijos, pero al encontrarse con la actual pareja de su ex mujer inició una discusión que escaló rápidamente.
El crimen ocurrió delante de la hija de ambos, una nena de 10 años, que presenció toda la secuencia.
Tras efectuar los disparos, el sospechoso escapó y es intensamente buscado.
Una tensión previa
Testigos del barrio señalaron que el conflicto entre Collante y su expareja ya venía de arrastre.
“El asesino había ido un par de veces al barrio, ya la había amenazado, ya venía antes del tema”, dijeron fuentes del caso a Infobae.
La causa está en manos del fiscal Carlos Adrián Arribas, de la UFI de Homicidios de La Matanza, quien ordenó múltiples tareas para dar con el prófugo.
Cómo fue la secuencia
La violencia estalló minutos antes de las 22.30 de este viernes. Las cámaras de seguridad de la zona captaron la llegada de Collante, las detonaciones y su fuga en moto.
Collante ingresó primero a la vivienda para buscar a sus dos hijos. La fuerte discusión con Carabajal comenzó en el interior de la casa y continuó en plena calle.
Ahí, según los investigadores, sacó el arma y abrió fuego: primero un disparo, luego otros cinco en un lapso de segundos.
Intervención policial y primeras pruebas
El suegro de Carabajal llamó al 911. Agentes de la Comisaría 2ª Sur de González Catán encontraron a la víctima tendida en la calle con una herida en el hombro. Los médicos confirmaron la muerte en el lugar.
Los relevamientos posteriores permitieron recuperar imágenes claves para reconstruir la secuencia, aunque algunas cámaras particulares no funcionaban.
Buscan al sospechoso
La Justicia cuenta con varios domicilios ligados a Collante para allanar, pero sospechan que ya se movió de su entorno inmediato.
“El dato es que no está, se fue de ahí”, admitieron fuentes de la investigación.
La búsqueda continúa y el caso quedó agravado por un dato central: todo ocurrió frente a una niña de 10 años.
