Fue un inicio de jornada entre idas y vueltas. Que había acuerdo, que el juicio llegaba a su fin, que después había una negativa contundente. Lo cierto es que aunque las negociaciones se mantienen en pie, la defensa de Leonardo Cositorto (54) no llegó aún a un acuerdo con los 98 ahorristas estafados en Goya, Corrientes y el Tribunal les concedió plazo hasta el miércoles para sellar un trato que ponga fin al proceso penal por estafa y asociación ilícita, y le permita a los ahorristas recuperar su dinero.
“Hasta el miércoles tienen plazo para presentar el acuerdo por escrito o este Tribunal no lo volverá a considerar”, aseguró el presidente del Tribunal de Juicio de Goya, Ricardo Carbajal, luego que los abogados defensores le comunicaran que se habían reactivado las conversaciones con los querellantes.
El magistrado sostuvo que si para ese día no se llega a la solución alternativa del juicio “se continuará el desarrollo normal hasta establecer la culpabilidad o no de los imputados”. Y adelantó que se dará amplia difusión al acuerdo.
A las 9.25, tras un cuarto intermedio, el defensor oficial de los hermanos Javier y Medina, Joaquín Romero, solicitó un cuarto intermedio hasta el miércoles porque explicó que momentos antes se pudo avanzar en el acuerdo y solo se lo tiene que redactar y presentarlo al Tribunal.
En el arranque de la tercera audiencia, este lunes a las 8.32, el abogado que representa a las víctimas, Pablo Fleitas, no ocultó su fastidio por las demoras en concretar el pacto, pero le dijo al Tribunal que estaban “en etapa de culminar esa situación de acuerdo para solucionar el conflicto”.
En ese sentido, responsabilizó a los defensores porque “tienen que terminar de definir los detalles”. Es por eso que pidió que el debate continúe adelante “hasta tanto se logre un acuerdo”, postura que fue compartida por los fiscales Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo.
El presidente del Tribunal, Ricardo Carbajal, tampoco ocultó su malestar por la dilación y les advirtió tanto a la querella como a los defensores que no se podía prolongar indefinidamente la negociación para arribar a un acuerdo que extinga la acción penal.
Carbajal sostuvo que hay un tiempo para presentar un acuerdo, ya que por una cuestión de dispendio de recursos no pueden tramitarse las dos vías, es decir la de resolución alternativa y el juicio.
En Goya fueron cerca de 300 los ahorristas que confiaron sus fondos a Generación Zoe, que ofrecía un interés del 7,5% mensual en dólares. Sin embargo, sólo 98 decidieron iniciar una causa judicial en un intento por lograr recuperar los fondos. Esos inversores le reclaman a los imputados una suma cercana a los 400.000 dólares.
Cómo arrancó el juicio a Leonardo Cositorto en Corrientes
Bajo estrictas medidas de seguridad, se inició este miércoles 16 de octubre pasado en Goya, Corrientes, el primer juicio oral contra Leonardo Cositorto y sus colaboradores por la millonaria estafa perpetrada a través de la empresa Generación Zoe.
El líder de la presunta pirámide financiera, Leonardo Cositorto, ingresó a la sala con un chaleco antibalas, camiseta del club Platense de fútbol y custodiado por numerosos agentes penitenciarios. Junto con él, otros seis acusados enfrentarán cargos por estafa agravada en perjuicio de cientos de ahorristas.
La acusación detalla un presunto esquema Ponzi sofisticado en el que se prometían ganancias exorbitantes a cambio de captar nuevos inversores. Los fondos de los primeros inversores eran utilizados para pagar intereses a los más recientes, creando una ilusión de rentabilidad que colapsó cuando el flujo de dinero nuevo se detuvo.
Los fiscales presentaron una importante cantidad de pruebas, incluyendo documentos contables, testimonios de víctimas y peritajes contables que demuestran la maniobra fraudulenta. Además, se exhibieron lujosas propiedades adquiridas por Cositorto y sus colaboradores con el dinero de los inversores, lo que refuerza la acusación de enriquecimiento ilícito.
Por su parte, la defensa de Cositorto intentó desestimar las acusaciones alegando que Generación Zoe era un proyecto empresarial legítimo que se vio afectado por una campaña de difamación. Sin embargo, los argumentos de la defensa no lograron convencer al Tribunal, que permitió avanzar con el juicio.
