En un giro resonante en la crónica policial, el juez federal Sebastián Casanello dictaminó el procesamiento con prisión preventiva y un embargo de cien millones de pesos para Elías Piccirillo (38), el exmarido de la modelo Jésica Cirio (40). La medida judicial también alcanzó al comisario de la Ciudad de Buenos Aires, Iván Carlos Helguero (50), y al expolicía federal Carlos Sebastián Smith (45).
Los graves cargos que pesan sobre ellos incluyen secuestro coactivo, transporte de estupefacientes agravado, encubrimiento agravado y portación ilegal de arma.
De qué se acusa a Elías Piccirillo
La investigación judicial reveló una trama orquestada para incriminar a un acreedor de Piccirillo, el empresario Francisco Hauque (41), a quien le debía 6 millones de dólares. Según la reconstrucción del caso, Piccirillo habría encargado a Smith, su hombre de confianza en seguridad, la tarea de “sacarse de encima” a Hauque. Smith, a su vez, contactó a Helguero, jefe de Robos y Hurtos Zona Norte y compañero de promoción (1998) en la escuela de Cadetes de la Policía Federal.
La resolución del juez Casanello también procesó a otros seis policías de la Ciudad, pertenecientes a la División Robos y Hurtos Zona Norte, por los delitos de privación ilegal de la libertad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso funcional, aunque el embargo para ellos fue de 50 millones de pesos.

La clave de la investigación
Un elemento clave para el avance de la investigación fue la declaración de un policía arrepentido, quien contó detalles cruciales sobre cómo se armó la trampa. Si bien este policía no tuvo contacto directo con Piccirillo, sí apuntó contra Helguero y Smith. Su testimonio, sumado al análisis de cámaras de seguridad de la Ciudad que corroboraron el relato de la víctima, Hauque, y el análisis de antenas de los teléfonos celulares de los implicados, fueron determinantes.
El imputado colaborador reveló que se realizaron al menos dos reuniones entre los agentes involucrados y Smith, alias “Lobo” o “Charly”. La primera tuvo lugar cerca de la Avenida Pellegrini y la calle Marcelo T. de Alvear, y la segunda en la calle Vicente López, en Recoleta. Estas reuniones fueron confirmadas por las cámaras de seguridad de la Ciudad.
El policía arrepentido detalló cómo recibió un llamado del comisario Helguero informándole sobre un supuesto narcotraficante en la zona de Recoleta. Posteriormente, se encontraron con “Charly”, quien se presentó como ex policía y compañero de promoción de Helguero, explicando a grandes rasgos el supuesto “dato” sobre el narcotraficante. “Charly” les indicó que la persona estaría armada, con su pareja y con contactos políticos, sugiriendo que detenerlo sería un procedimiento exitoso y que podrían ser reconocidos.
Otro encuentro tuvo lugar por la noche, cerca del cementerio de Recoleta, donde “Charly” repitió la información sobre el supuesto narcotraficante. Incluso se observó a Helguero en el auto de Smith en la zona. Se presume que mientras tanto, Piccirillo ya había colocado 1.280 gramos de cocaína en el Audi Q8 de Hauque.
La trama, inicialmente sospechada por la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Gerardo Pollicita, finalmente se desmoronó gracias a la declaración del policía arrepentido. Con esta contundente resolución judicial, Elías Piccirillo enfrenta ahora un complejo proceso penal por su presunta participación en estos graves delitos.