Un hombre fue condenado este viernes a 12 años de prisión en el marco de un juicio abreviado, por atacar a golpes y propinarle unas doce puñaladas a su expareja en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú. La mujer lo había denunciado por violencia de género y tenía una restricción de acercamiento informaron hoy fuentes judiciales.
La sentencia fue dictada por la jueza Alicia Vivian, quien homologó el acuerdo entre las partes y condenó a Sebastián Sire, de 42 años, por la tentativa de homicidio triplemente agravado por el contexto de violencia de género, por la indefensión de la víctima y por haber mantenido una relación de pareja con Rocío Barrozo, de 39 años.
Además, la magistrada le imputó la violación de domicilio y desobediencia de la medida judicial de restricciones de acercamiento que pesaban sobre él.
Voceros judiciales informaron que en la mañana del viernes, durante la audiencia judicial de juicio abreviado, Sire solicitó que se lean los hechos que le acusaban para luego reconocer su autoría; al tiempo que la víctima sufrió un shock emocional y estrés, y debió ser trasladada al hospital Centenario.
En tanto, Sire fue trasladado a la Unidad Penal 2 de la ciudad de Gualeguaychú, donde continuará detenido cumpliendo el acuerdo judicial.
Según la investigación fiscal, a cargo de Lucas Pascual, Sire logró ingresar por la ventana del dormitorio donde dormía la mujer cerca de las 4.30 de la madrugada del miércoles 8 de junio.
Allí la comenzó a atacar a golpes y con un arma blanca, con la que le asestó un total de doce puñaladas en distintas partes del cuerpo, principalmente en el rostro y en el torso, con dos importantes cortes en el tórax.
En una habitación lindera se hallaba durmiendo la hija adolescente de 14 años de la víctima, quien escuchó los gritos desesperados de su madre y corrió a auxiliarla. La niña llamó a la Policía y logró salvar a su madre, mientras que Sire escapó por la ventana.
Inmediatamente, una ambulancia trasladó a la víctima al hospital Centenario, donde ingresó con riesgo de vida y dos neumotórax por las lesiones en esa zona.
La mujer estuvo internada varias semanas bajo tratamiento debido a varias secuelas de los golpes en el rostro y los miembros superiores, y con atención psicológica de contención y recuperación producto del ataque.
Sire contaba con una restricción de acercamiento y había sido excluido de ese domicilio en mayo, mientras que la mujer tenía dispuesto un botón antipánico, aunque no podía activarlo ya que no contaba con un teléfono celular.
