“Mi vida entera cambió en milésimas de segundos”, así describe Diego García el antes y el después del trágico suceso que le arrebató a su esposa, Tania Gandolfi (41), y a su hija, Agustina (16).
Las dos cordobesas murieron atropelladas en Rosario por un joven de 20 años. García, quien también fue víctima del accidente, sobrevivió de milagro junto a su hija menor de 6 años, Vicky, quien se encuentra en recuperación.
El hecho ocurrió cuando un joven identificado como Agustín Gagliasso, conducía un Peugeot 206 a 120 kilómetros por hora y se subió a la vereda, impactando contra la familia. Diego García, en diálogo exclusivo con Arriba Córdoba, expresó su dolor e indignación, calificando al conductor como un “asesino al volante”.
“Es inexplicable lo que pasó”, dijo, añadiendo que su prioridad es la recuperación de su hija menor, Vicky. Lo hizo en diálogo con el programa Arriba Córdoba de El Doce.
García enfatizó que “cualquier pena que se le pueda dar es poco para el daño que causó”. En este sentido, exigió un cambio en las penas de tránsito, considerándolas leves en comparación con el daño provocado. Su nuevo objetivo es evitar que tragedias similares se repitan.
Además, Diego García compartió su sentimiento de gratitud hacia las personas de Rosario que lo ayudaron tras el siniestro, cuando se encontraba solo con su hija, así como a familiares y amigos que viajaron desde Córdoba para acompañarlos.
La familia García-Gandolfi fue arrollada en una zona donde la gente acostumbra a caminar, pasear o trotar, lo que evidencia la imprudencia del conductor. “Es un milagro que nosotros dos estemos vivos”, expresó Diego, reflejando la magnitud de lo ocurrido.
El autor de la tragedia quedó preso
Agustín López (20), el joven automovilista que atropelló a miembros de una familia cordobesa en Rosario, drama vial que causó las muertes de una mujer y de su hija de 16 años, quedó finalmente detenido por orden de la fiscalía. El acusado fue imputado por el delito de homicidio simple por dolo eventual y con dos agravantes: la pluralidad de víctimas y la velocidad en zona urbana.
Se trata de una gravísima acusación y que prevé, en caso de condena, una pena que oscila entre los ocho y los 25 años de cárcel.
El joven ya abandonó el hospital donde se encontraba internado y fue llevado a una dependencia oficial.
A todo esto, está previsto que este viernes sea enviada a la ciudad de Córdoba la nena de 6 años que sobrevivió a aquel grave siniestro. La pequeña, resultó con distintas lesiones, quedará internada en el Hospital de Niños de la Santísima Trinidad, de la bajada Pucará.
Su padre, y a la vez esposo de la víctima fatal y papá de la adolescente fallecida, está fuera de peligro.
Las víctimas fatales fueron Tania Daniela Gandolfi (41) y su hija Agustina Magalí García (16).
Según la causa, López circulaba a 120 kilómetros por hora al volante de su Peugeot 206. Esto se sabe por una cámara de seguridad que lo captó cuando circulaba por la costanera de Rosario. La máxima permitida en esa arteria es de 60 km/h.
La sospecha es que habría ido corriendo una picada con un motociclista que siguió de largo y no está identificado.
En las últimas horas, se conoció que en el auto iba además una joven, quien también resultó herida.
La chica se encuentra internada y no ha sido imputada. La responsabilidad penal es para el conductor.
López cuenta con varias infracciones de tránsito en su haber. Incluso, tiempo atrás, ya se le había suspendido el carné por manejar ebrio.
Se espera que este viernes sea imputado de manera oficial por la fiscalía a cargo de la pesquisa.
El titular de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, Carlos Torres, dijo que le retirarán la licencia de conducir en las próximas horas.
La investigación avanza y no se descarta la teoría de una picada.
Del paseo a la tragedia
Todo sucedió en la noche del martes pasado a la altura de calles Wheelwright y Presidente Roca, en la costanera de Rosario.
En el lugar, se encontraban la pareja y sus dos hijas. La familia, domiciliada en Córdoba capital, había ido de paseo a la ciudad santafesina.
De acuerdo a fuentes de la causa, la familia estaba por cruzar la avenida.
En esas circunstancias, pasó el Peugeot 206 gris conducido por López y (ahora se sabe) acompañado por una joven.
Según la investigación, el auto circulaba a 120 km/h.
El muchacho perdió el dominio del volante, atropelló a los peatones y luego chocó. Producto del tremendo impacto, murieron prácticamente en el acto la mujer y su hija adolescente.
En tanto, la nena de 6 años resultó con algunos traumatismos. El padre fue golpeado, pero no fue internado.
“Fue un acto criminal”, dijo el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Rosario, Sebastián Chale, tras conocerse la imputación dispuesta por la fiscal Mariana Brunotto, quien entiende que todo debe ser encuadrado en un homicidio simple con dolo eventual, agravado por la pluralidad de víctimas y por una velocidad de ruta en ejido urbano.
El homicidio simple por dolo eventual se da cuando una persona se representa mentalmente que manejando a alta velocidad y de manera temeraria, entre otras circunstancias , puede causar un desastre vial. Sin embargo, sigue adelante con su conducta y lo provoca.
¿Quería matar de manera intencional? No. Pero se lo representó y siguió adelante con su accionar.
De allí que el caso queda encuadrado en un homicidio simple, pero con un dolo eventual.
Es una figura penal mucho más grave que un homicidio culposo (como se califica a la mayoría de los siniestros viales fatales), que es cuando media la imprudencia o la negligencia. La pena para un homicidio culposo va de tres a seis años.
Volviendo al caso de Rosario, trascendió que una cámara de fotomulta existente a la salida de un túnel demuestra que el Peugeot circulaba a más de 120 kilómetros por hora. según fuentes judiciales.
Entre los propósitos de la fiscalía, está el de determinar si el muchacho iba corriendo una picada con una moto que aparece en la filmación y también a alta velocidad.
La nena, a un hospital de Córdoba
V., la hija menor de la pareja, tuvo una evolución favorable en el hospital Vilela, de Rosario. El equipo médico dispuso que puede ser derivada a Córdoba capital para su tratamiento de recuperación y para estar con su familia. Su padre, en tanto, se encuentra con asistencia psicológica. Familiares viajaron desde Córdoba a Rosario para acompañar y ayudar. No se descarta que la familia se constituya como querellante.