María Belén Zerda, la ciudadana argentina de 38 años que permaneció 12 días desaparecida en una zona selvática de Cancún, México, y fue hallada con vida a mediados de abril por las autoridades locales, rompió el silencio.
A través de un extenso mensaje en su cuenta de Instagram, expresó su agradecimiento y cuestionó los juicios sobre su salud mental que circularon tras el episodio. Zerda fue encontrada sana y salva en las inmediaciones de una selva.
El mensaje de María Belén: agradecimiento y desmentida
En su primera declaración pública desde su aparición, la mujer manifestó un “sincero agradecimiento” a quienes la apoyaron, rezaron por ella y le enviaron “buenas vibras”.
Abordó directamente las versiones que sugirieron que padecía una enfermedad psiquiátrica. “Soy una persona con una trayectoria laboral y personal sólida, con experiencia en empresas reconocidas donde he superado diversas entrevistas y tests psicológicos, demostrando mi capacidad y estabilidad”.

Enfáticamente, desmintió tener “ninguna enfermedad ni patología como esquizofrenia”.
Respecto a los detalles de los días que estuvo desaparecida, Zerda optó por no profundizar. “No entraré en detalles sobre mi experiencia, ya que prefiero enfocarme en el presente y seguir adelante”. Calificó su supervivencia como “un milagro”, afirmando: “Estoy viva y sana, lo cual es un milagro”. Añadió que su recuperación física y emocional continúa en proceso y que está enfocada en “reconstruir mi vida y superar los desafíos que conlleva”.
Pidió empatía hacia quienes la juzgaron sin conocer su situación, destacando la importancia de la comprensión y el apoyo mutuo en momentos críticos. Agradeció a su familia por cubrir los gastos de su rescate.
Los días en la selva: supervivencia a la intemperie
Las casi dos semanas que pasó Zerda a la intemperie, buscando resguardarse de una persona que le enviaba mensajes “en tonos amenazantes”, le dejaron secuelas físicas.
Según relatos de su entorno, María Belén sobrevivió en la selva “como pudo”. Andaba descalza y pasó muchos días sin comer, llegando a estar “una semana sin comer”.

Su ingesta de líquidos provenía del “agua de la lluvia que quedaba” o “algún laguito”. También encontró y bebió de una botella cuyo contenido desconocía. Para alimentarse, “comía lo que podía”, incluyendo “un árbol de moras” y “hojas, cualquier cosa para sobrevivir”.
Se sacaba la ropa, la lavaba en los lagos cercanos y se la volvía a poner. Sus familiares reconstruyeron sus días en la selva a partir de sus breves relatos: dormía durante la tarde y salía a caminar durante la noche.
Su recuperación y agradecimientos
Tras ser hallada, María Belén fue trasladada a un centro médico para chequeos. Las evaluaciones iniciales determinaron que presentaba deshidratación, falta de nutrientes y lastimaduras superficiales2. Su hermano detalló que la encontró “re deshidratada”, necesitando “tres sueros” y potasio. Perdió “como 15 kilos” y tenía el potasio “un poquito bajo”, aunque los estudios (homografía, pulmones, radiografías) indicaron que estaba “bárbara” en otros aspectos. Su piel estaba “muy lastimada” por el tiempo en la selva.
Un grupo de psicólogos y psiquiatras la evaluaron tras su aparición. A una semana de ser encontrada, Zerda regresó a Argentina después de que los chequeos médicos confirmaran que estaba fuera de peligro y apta para volar. Su familia la acompañó en este proceso. Su hermano la describió como “tranquila, estaba muy bien” poco después de ser identificada, con solo “algunos raspones” propios de la situación.
En su mensaje, agradeció específicamente a la Cancillería argentina, la embajada, la Confederación Argentina de Cestoball, y a personas que colaboraron directamente con su rescate, nombrando a María Fernanda Vizan y a Ana, la policía mejicana. Finalizó su mensaje deseando que “la empatía y la compasión nos guíen siempre”.