Una insólita situación se vivió en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el 27 de abril, pero se dio a conocer en las últimas horas.
Ocurre que una mujer llevó a su novio hasta el lugar para que tomara un vuelo con destino a Chile. Como llegaban con retraso, era altamente probable que el joven perdiera el vuelo.
Ante la desesperación por que eso no pase, a la mujer no se le ocurrió mejor idea que hacer una llamada desde su celular con una falsa amenaza de bomba.
Fuentes policiales indicaron que el call center de la empresa AA2000 recibió una llamada en la que una mujer manifestó haber dejado una bomba casera dentro de una mochila que estaba en un baño del sector arribos de Ezeiza.
Inmediatamente se activaron los protocolos, llamando a las autoridades judiciales, la intervención del Grupo Especial de Control de Explosivos y Armas Especiales (GEDEX) de la PSA, Sanidad y Bomberos. En el lugar evacuaron a todas las personas y requisaron los baños.
Las autoridades identificaron que la llamada provenía de un teléfono con característica de Rosario, por lo que también activaron el mismo protocolo en el aeropuerto de esa ciudad.
Cuando comprobaron que no había riesgos, la actividad volvió a la normalidad pero el novio de la denunciante igual perdió su vuelo y tuvo que reprogramarlo.
La investigación siguió su curso hasta que en las últimas horas identificaron a la mujer que hizo la llamada y realizaron allanamientos en su casa, ubicada en la ciudad santafesina de Cañada de Gómez.
Cuantiosa multa
Como consecuencia de sus actos, la Justicia multó a la mujer con 200 mil pesos y también la imputó. Por esa llamada, podría recibir una pena de entre 2 y 6 años de prisión.
José Glinski, director nacional de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), contó a radio La Red sobre el operativo que tuvieron que realizar: “Movilizamos en total unos 60 oficiales por un caso de este tipo. En Ezeiza solamente había 35 personas, tres móviles, dos perros. Una acción de este tipo cuesta cerca de 200 mil pesos”, contó el director.
En ese sentido, el hombre señaló que fue “muy torpe” el accionar de la pareja. “Los aeropuertos son lugares sensibles, donde cualquier tipo de amenaza dispara una serie de alertas que pudimos resolver rápido porque fue muy torpe lo que hizo esta pareja”, dijo.
Por otra parte, contó que a la pareja se le abrió una causa del tipo penal por “intimidación pública”, la cual tiene una pena que puede llegar hasta los seis años de prisión.
“Para el Estado es muchísima inversión, plata de impuestos, la que se hace para que podamos desplegar esta capacidad en aeropuertos, para que alguien venga a hacer una amenaza de manera tan liviana porque pierde un vuelo”, cerró Glinski.
