El septiembre que este jueves terminó no fue un mes más en el calendario del país y de Córdoba: las primarias legislativas, la crisis política nacional, el veloz deshielo de la cuarentena y la sensación extendida de que la nueva normalidad está a la vuelta del almanaque hizo que estos 30 días marcaran el pulso de otro año complicado.
Fue en este marco que el tránsito de todos los días ya comenzó a mostrar parte del nuevo pulso social. Y no trajo, justamente, las mejores noticias: a la par de una mayor flexibilización de la vida cotidiana, con una circulación cada vez menos interrumpida, también aumentaron las tragedias viales en Córdoba. En septiembre, el peor promedio volvió a impactar, tal como ocurría en la época prepandémica: en promedio, los choques de tránsito se cobraron una vida por día en la provincia.
Desde que comenzó la cuarentena obligatoria, allá por fines de un marzo de 2020 que a esta altura ya asoma como bastante lejano, en este relevamiento sistemático que realizamos en La Voz sobre la siniestralidad vial en Córdoba comenzamos a advertir una regla de proporcionalidad simple y directa: a menos circulación, menos tragedias.
El primer semestre de este 2021 se convirtió en el menos trágico de los últimos 15 años. Esto pese a que la estadística continuaba mostrando números que de ningún modo podían generar una buena noticia: entre enero y junio se anotaron 115 choques fatales que dejaron un saldo de 131 muertos (un fallecido cada 33 horas, en promedio).
Detrás de esta merma histórica, se escondía una cruel revelación: ¿en Córdoba sólo es posible disminuir la muerte al volante restringiendo la circulación? Por eso, en ese momento nos preguntábamos: cuando todo vuelva a encenderse, ¿también recrudecerá la mortalidad en el tránsito?
Entre julio y septiembre, la estadística terminó por convertirse en un sopapo sobre uno de los tantos aspectos que nos comienza a mostrar la nueva normalidad: en los tres meses que ya han transcurrido de este segundo semestre, se han registrado al menos 90 muertos en 76 colisiones viales (una víctima cada poco más de 24 horas, en promedio). En comparación, valores similares a 2019, cuando la pandemia sólo aparecía en los cines.
Madrugada en la Capital
Entre las diferentes tragedias que ocurrieron en septiembre en la provincia, sobresalen dos que sucedieron en la ciudad de Córdoba.
Por un lado, Gonzalo Ferreyra (25) apareció muerto el domingo junto a la moto que manejaba en la periferia este, en Camino a Capilla de los Remedios al 6200. La Justicia sospecha que un conductor, al parecer bajo los efectos del alcohol, lo embistió y lejos de auxiliarlo lo dejó abandonado. Luego, el automovilista incendió su auto e intentó simular un robo. Quedó imputado y detenido.
Y por otro lado, el choque que sucedió entre dos autos en la madrugada del domingo 19 en Colón y Pasco: tres muertos y dos heridos.
La investigación que lleva adelante el fiscal Juan Pablo Klinger, en medio de manifestaciones de los familiares de las víctimas, dejó entrever en las últimas horas una síntesis brutal sobre la la cara más extrema de la inseguridad vial en la Capital: conductores alcoholizados, alta velocidad, caso omiso a la luz roja del semáforo, vehículos que circulan por la vía pública sin estar en condiciones para hacerlo.
Y, aunque no esté escrito, también revela otra cuestión: la ausencia de controles municipales en un horario que vuelve a reclamar una mayor presencia estatal en las calles de la ciudad.
Números trágicos
