En un nuevo episodio delictivo que sacude a la Policía de Córdoba, al menos ocho uniformados, entre ellos un jefe, están siendo investigados por la Justicia sospechados de haberse robado dos celulares de una empresa.
El detalle central es que la sustracción de los teléfonos se produjo mientras los uniformados realizaban los primeros pasos investigativos en una distribuidora que acababa de ser blanco de un golpe comando ejecutado por una banda de delincuentes.
Aquellos delincuentes se llevaron dos cajas fuertes con 9 millones de pesos.
El doble robo ocurrió en la distribuidora “Simple Distribuciones”, firma ubicada en calle Abasto al 1300, a 100 metros del anillo externo de la avenida de Circunvalación, en la franja nordeste, en barrio Yofre H de la ciudad de Córdoba.
Fuentes oficiales indicaron que todo sucedió entre la noche del domingo y las primeras horas del lunes, en coincidencia con la tormenta que se abatió en buena parte de la provincia y la Capital.
Tal como se informó en La Voz el pasado lunes, al parecer, los delincuentes llegaron en medio de la lluvia en un vehículo que podría ser una camioneta o un utilitario.
En medio de la oscuridad, y con información certera sobre la existencia de dinero guardado durante el fin de semana, los ladrones accedieron al predio tras sortear el alambrado perimetral. Luego, entraron al edificio a través de un ventiluz. El enrejado de esa abertura fue cortado.
Una vez dentro, el grupo logró dañar tanto las cámaras de seguridad como el sistema de alarmas, según fuentes consultadas.
Con herramientas, maña y experiencia, los delincuentes lograron apoderarse de dos cajas fuertes que estaban abulonadas al piso. Los cofres fueron retirados, no sin esfuerzo, y cargados en un vehículo, añadieron las fuentes.
Las fuentes señalaron que lo sustraído ronda los nueve millones de pesos. “Tenían el dato fino sobre la existencia de ese dinero”, comentó un investigador.
El segundo robo y policías en la mira
El golpe fue descubierto por el dueño de la empresa cuando, alertado por un llamado, llegó al predio a las 3.43 del lunes. No está claro si llegó por un alerta de la empresa de alarmas o un vecino.
Lo concreto es que, tras el shock por el golpe que acababa de sufrir, el comerciante entró a las oficinas e hizo un recuento de las cosas que faltaban.
“El hombre entró, revisó y la Policía también pasó. Llegaron varias patrullas. Eran como ocho uniformados que ingresaron y comenzaron a ver todo. Había jefes. En un momento, el empresario volvió a entrar a la firma y descubrió que habían desaparecido dos celulares, dos viejos celulares de la firma”, expresó una calificada fuente con acceso a la causa en declaración a La Voz.
Profundamente indignado por lo sucedido y con la firme sospecha de que había sufrido un robo primero por ladrones y luego otro robo por parte de policías alertó a jefes policiales.
Esa misma madrugada, y ante el cariz que tomaba la situación, llegó al lugar la máxima autoridad de Seguridad de esa jornada. Se trataba de un comisario de alto rango de la Dirección Bomberos. Cabe recordar que el titular de Seguridad Córdoba, Cristian Mazza, se encuentra en pasiva por una causa por supuestas exhibiciones obscenas.
Volviendo al jefe de Bomberos, según trascendió, el alto oficial hizo parar en fila a todos los policías que estaban en el lugar y les informó que habían desaparecido dos celulares de la empresa y que los aparatos no habían sido robados por los ladrones de la caja fuerte.
El comisario les exigió que debía aparecer sí o sí el aparato.
“Al cabo de unos minutos, llamativamente, uno de los celulares robados apareció abandonado dentro de una bolsita a metros de la firma”, indicó una alta fuente con acceso al escándalo.
Posteriormente, por orden de la superioridad y de la Justicia, todos los policías y un jefe de ellos fueron enviados a la comisaría 13 a entregar el procedimiento y, sobre todo, dar cuenta y explicaciones de lo sucedido.
Estas explicaciones no fueron aportadas, según trascendió, y el otro celular no apareció nunca.
Doble investigación judicial
En la fiscalía de Andrés Godoy, que tiene jurisdicción sobre la zona, se llevan a cabo dos investigaciones con un equipo selecto de pesquisas: por un lado dar con los ladrones de la caja fuerte y, por otro lado, dar con quiénes fueron los uniformados que sustrajeron los celulares.
“Hay varios efectivos bajo sospecha. También hay una investigación interna del Tribunal de Conducta”, añadió un vocero de la causa. “Está descartado que los celulares hayan sido robados por los ladrones de las cajas fuertes”, expresó.
Por ahora, no se conocen imputaciones ni detenciones.
¿Otra falla policial?
Como si esto no fuera suficiente, también se investiga qué pasó con la Policía. Sucede que, al parecer, un móvil llegó a la distribuidora al dispararse una alarma. La patrulla estuvo y se fue. Luego, la alarma volvió a sonar y el golpe fue consumado.
“Se cree que los policías llegaron y los ladrones estaban adentro. Pero los policías se fueron y los delincuentes siguieron adelante con el plan”, añadió otra fuente.