Una serie de episodios violentos se produjeron en el norte de la ciudad de Córdoba al caer la noche del miércoles 2 de octubre, sin que por el momento se hubiera esclarecido quién o quiénes fueron sus responsables.
Un estudio jurídico que habría ganado una demanda laboral fue baleado cerca de las 23 de esa jornada en barrio Poeta Lugones. Media hora más tarde, en barrio Marqués de Sobremonte, la vivienda del cliente que inició juicio a quien fue su patrón también recibió una balacera. Lo más preocupante es que este hombre resultó herido, al recibir en su pie izquierdo una bala calibre 9 milímetros.
La denuncia recayó en la fiscalía a cargo de Claudia Rita Palacios, quien inició la investigación y habría caratulado la causa como “herida de arma de fuego”. La fiscal no hizo declaraciones a la prensa, pero trascendió que por el momento no hay imputaciones ni detenidos.
No obstante, La Voz llegó hasta el estudio jurídico baleado, en Damián Garat al 3000, barrio Poeta Lugones, donde el abogado Diego Francisco Larrey comentó que recibió la balacera dos horas después de que el demandado laboral se había retirado lanzando amenazas porque no había conseguido recuperar un camión que los actores le secuestraron judicialmente.
Larrey señaló al demandado –cuyo nombre no se publica porque no fue posible tomar contacto con él– e indicó que tiene un comercio en barrio Alto Alberdi y que en 2021 despidió a Carlos Alexis Vajinay y también a su pareja, Diana Micaela Pintos.
La demanda ya recibió reciente sentencia y –según indicó el abogado laboralista, civil y penalista– el demandado debe pagarles unos $ 20 millones a Vajinay y cerca de $ 10 millones a Pintos, más intereses y honorarios. Esto generó el secuestro de un camión Ford que pertenecía al demandado y que el 2 de octubre pretendió recuperar en el estudio jurídico.
Larrey aseguró que tenían intención de llegar a un acuerdo, pero que el demandado no entendía que no son ellos quienes disponen el reintegro del vehículo, sino la Justicia. Por esto, el comerciante demandado se retiró disgustado, profiriendo amenazas. Aseguró el abogado que se fue diciendo: “Si las cosas son así, ya van a ver”.
A las 23, el estudio jurídico terminó con varios impactos de bala en la fachada, dos de los cuales rompieron los cristales de sendas ventanas e ingresaron al interior del inmueble. En el lugar, quedaron unas 14 vainas servidas, calibre 9 milímetros. Se habla de dos personas que llegaron a ese lugar y que una de ellas se conducía en motocicleta.
Media hora después, una escena similar se registró en la casa del matrimonio que presentó la demanda laboral. Tras tocar la puerta, preguntaron si allí vivía Vajinay, a lo que el mismo aludido respondió que no, al notar que se trataba de algo extraño. En ese momento, comenzaron los disparos hacia la casa y el hombre se guareció tras la puerta, pero fue alcanzado por un proyectil en un pie. En el frente de la propiedad, quedaron esparcidos nueve cartuchos de pistola 9 milímetros.
Antecedentes e indicios
El abogado Larrey sostiene que el comerciante es oriundo de un barrio cercano al de la víctima del disparo y que tiene antecedentes penales, con condenas por delitos contra la propiedad y por uso de armas de fuego.
El letrado aseguró que la fiscal Palacios –con quien este diario no logró dialogar– se comunicó con él y le transmitió tranquilidad, señalando que está avanzada la investigación.
Ahora con custodia policial a la puerta del estudio jurídico, Larrey mostró su preocupación porque conoce al demandado, ya que antes fue cliente suyo (como empleador), pero que no pudo ponerse de acuerdo porque esa persona se negó a pagar sus honorarios.
Sobre la noche de la agresión, dijo Larrey que esa tarde el “señalado” se hizo presente en su estudio jurídico y se entrevistó con su hermana Cecilia, también abogada. La mujer tuvo muchas dificultades para entenderse con el demandado, al punto que él tuvo que intervenir para explicarle que no era potestad de ellos la devolución del camión. Además, aseguró que el demandado que perdió el juicio laboral no accede a abonar lo que indica la sentencia.
A modo de enumeración, Larrey brinda lo que él entiende son indicios coincidentes sobre la presunta responsabilidad de quien considera que está detrás de las agresiones: el mismo día que secuestraron el camión va al estudio jurídico, allí profiere amenazas y dos horas y media después se producen los tiroteos en el bufete y en la casa de los demandantes.
El abogado se mostró preocupado por la “impunidad” con la que se mueve quien él es denunciado como responsable de estos hechos. Además, aseguró que tiene “numerosos antecedentes” y que “varias veces estuvo preso”.
Preocupación de Abogados
Este jueves, se produjo una intervención de autoridades del Colegio de Abogados de Córdoba. Según trascendió, y el propio Larrey confirmó, el presidente de la entidad, Eduardo Bittar, recibió a él y a su hermana, tomó cartas en el asunto y se aseguró de que el Ministerio Público articulara todos los canales de investigación para avanzar en la causa.
Como hecho saliente, en el seno del Colegio intervino el Cuerpo de Acción Gremial del Fuero Penal, que integran los abogados José D’Antona y Leandro Ortiz Morán. Ambos se ocuparon del asunto y “se aseguraron de que las vías judiciales estén garantizadas”, de acuerdo a lo que trascendió de fuentes judiciales.
Larrey destacó la intervención de Bittar, de D’Antona y de Morán, como así también del laboralista Mariano Albrisi, quien se solidarizó con ambos hermanos abogados y con las víctimas de Marqués de Sobremonte.
Si bien fue imposible que desde la investigación judicial brindaran alguna precisión sobre la marcha de la pesquisa, Larrey asegura que en las próximas horas podrían producirse novedades en la causa.
