Mientras no cesa la conmoción por el trágico incendio que terminó causando las muertes de dos jóvenes estudiantes jujeños, cuerpos investigativos trabajan para esclarecer las circunstancias en qué sucedió todo y determinar en efecto cómo y por qué fue lo que pasó en el edificio del barrio Nueva Córdoba, en la Capital cordobesa.
La tragedia sucedió el pasado jueves a la madrugada y provocó la muerte de los jóvenes Luis Sebastián Liquín (19) y Tiziano Tejerina (18). Al tiempo que un tercero, Pablo Apaza, logró salvarse y su familia vino de Jujuy a buscarlo.
En la provincia norteña se extiende la conmoción por lo sucedido en Córdoba.
Mientras tanto, peritos de la Dirección Bomberos y de la Policía Judicial trabajan para determinar las causas del incendio. La causa está radicada en la fiscalía de Rubén Caro, donde se esperan los resultados de los peritajes, al tiempo que se ordenó la toma de testimonios y la búsqueda de testigos. La causa está en plena pesquisa.
Trascendió que el miércoles ya habría un informe oficial.
Todo indica que el drama, sucedido el jueves a la madrugada en el departamento 12A, fue un episodio accidental.
Fuentes con acceso a la causa señalaron a La Voz que, si bien no descarta ninguna hipótesis sobre lo sucedido, una de las principales hipótesis es que el siniestro se habría producido presuntamente por una falla de tipo eléctrica y en ese marco las miradas están puestas en un aparato electrónico que estaba enchufado.
De todos modos, se manejan otras posibilidades y, como se indicó, la pesquisa prosigue. También se barajaba una pérdida de gas, sin embargo esa tesis perdió fuerza.
Las familias, cerca de la pesquisa
A todo esto, los padres de los jóvenes Tiziano Tejerina y Sebastián Liquín serán parte querellante de la causa.
El abogado Carlos Nayi indicó que tomó la representación de los familiares con la finalidad de ser querellantes particulares para determinar cuál fue la etiología del incendio y “verificar si hay algún grado de responsabilidad y de quién para aplicar la máxima sanción penal por el prejuicio irreparable generado”.
El drama se produjo al filo de las 5 de la mañana del pasado jueves 28 de marzo en el departamento 12 A del Edificio Aguaribay.
Al parecer, el incendio sobrevino cuando dormían. Se produjo una deflagración que, en segundos, se extendió por el departamento. Acorralados en una ventana, los jóvenes decidieron escapar. Uno pudo llegar al piso 11 y fue salvado. Los otros cayeron al vacío y fallecieron. Uno de ellos perdió la vida en el acto; el restante alcanzó a ser trasladado a un centro de salud.
A todo esto, y en medio de un amplio operativo de bomberos, policías y cuerpos de rescate, se logró evacuar a unas 40 personas.
El domingo pasado, en medio de la total consternación, se concretó el último adiós a los dos jóvenes jujeños en la localidad de Abra Pampa de aquella provincia. El municipio decidió tres días de duelo.
Trascendió que el propio Pablo Apaza llegó en muletas a despedir a sus amigos.
Se espera que este joven pueda declarar en la fiscalía y aporte elementos que permitan determinar qué fue lo que sucedió.
