María del Carmen Pelleriti no dudó un instante. Apenas le dijeron que diga todo lo que sabe sobre el crimen de su amiga, Nora Dalmasso (51), disparó: “Si se hubiera buscado a quien se benefició del asesinato, se hubiera hallado al culpable. Nadie investigó el crimen”, sentenció.
Fue este miércoles en el juicio contra Marcelo Macarrón, en Río Cuarto.
“Fue un femicidio contra una mujer, una madre, una hija una amiga (…) La revolcaron en el piso mil veces y la pisotearon, nadie investigó a ciencia cierta. El primer fiscal (Javier Di Santo) fue morboso. Fue en la búsqueda de un amante (...). Mientras buscaban al amante se les escapó el asesino”, denunció.
Ante la mirada atónita de las partes y jurados populares, la amiga relató que cuando se encontró el cuerpo de Nora, una policía salió a puerta de la casa para preguntar “si alguien conocía amantes de la señora”.
Pelleriti lanzó un enfático reclamo al accionar de la Justicia y de los medios de comunicación.
Sobre la investigación del homicidio, repitió: “Deberían haber buscado a los beneficiarios del crimen para encontrar a los culpables”.
Ante el pedido de precisiones de la Fiscalía, puntualizó: “beneficiario podría ser Marcelo (Macarrón) que no quiso compartir el 50 por ciento de los bienes, y (Daniel) Lacase, que aprovechó la situación de lo que estaba sucediendo para deshacerse de sus enemigos políticos”.
Y mencionó entre ellos al exsecretario de Seguridad Alberto Bertea y su exasesor Rafael Magnasco.
Dejó sentado que nunca supo que Nora tuviera relaciones extramatrimoniales. También negó que su amiga le haya manifestado que se quería separar. Pero sostuvo que solían hablar de “hipotéticas separaciones” de ambas (Pelleriti está separada ).
La compañera de caminatas de Nora Dalmasso reforzó un dato que la acusación toma como indicio: que Nora habría dicho: “Si vos te separás, Walter no tendría inconveniente en dividir los bienes. En cambio, si yo me separara de Marcelo, tendría muchos problemas”.
“Lacase es abogado y se le tenía miedo en ese sentido. Nora dijo que había que temerle porque si una se divorciaba y Lacase era el abogado del marido, estamos en problemas”, detalló la testigo en la sala.
Mas adelante, le leyeron una declaración de 2016 en la que ella afirmaba que Nora “le tenía terror” a Lacase.
Dijo que, hasta ese momento, en el expediente no se habría nombrado al exvocero del viudo. Y como ella lo hizo, en ese momento acotó: “Si aparezco muerta, busquen a Lacase”.
Cuando salió de Tribunales, la prensa le preguntó si esa frase se refería a lo que le pasó a Nora o a lo que podría ocurrirle a ella: “Nos podría pasar a las dos”, respondió.
Lacase, quien viajó a Punta del Este con Macarrón, nunca estuvo imputado por el crimen de Nora.
A pedido de la defensa, Pelleriti confirmó su amistad con Miguel Rohrer (empresario al que apuntan los hijos y la madre de Nora Dalmasso). Calificó de “infamia” las acusaciones en su contra.
Rohrer
Comentó que en el velorio de Nora, Valeria y Miguel Rohrer le contaron que la noche del crimen estaban en Buenos Aires y le detallaron lo que hicieron en esa ciudad.
Opinó que los hijos de la víctima apuntan contra Rohrer porque “no tienen a quien inculpar y es la única forma de defender a su papá”.
Negó rotundamente que los textos que Nora transcribía en un cuaderno sean poemas de Rohrer.
También deslizó que los fiscales y policías, si no sabían cómo investigar, podrían haber visto las estadísticas sobre femicidios en el país.
Luego, la defensa, le retrucó si conoce las estadísticas sobre crimen por encargo en Argentina y en Córdoba y le reclamó porque estaría expresando apreciaciones, sin dar a conocer su sustento. Esto ocasionó momentos de tensión con la Fiscalía.
Al salir de Tribunales, también le preguntaron si Lacase debía ser citado. “Es tarde, no tienen nada para encontrar al asesino”, dijo.
Para Pelleriti, tal como dice la acusación contra Macarrón, a Nora la estaban esperando en la casa y la atacaron dormida. Cuando los periodistas le consultaron cómo tendría la llave de la casa el asesino, lanzó: “Pregúntele a Marcelo (Macarrón)”.
