En la sexta audiencia del juicio por la muerte de Diego Maradona, los fiscales expusieron por primera vez los detalles de la autopsia realizada al cuerpo del astro del fútbol, revelando impactantes conclusiones sobre su estado de salud previo al fallecimiento.
Los peritos ofrecieron un desglose detallado de los hallazgos, que arrojan luz sobre una larga agonía antes de su muerte.
Maradona: un cuerpo marcado por enfermedades crónicas
Durante su declaración, Cassinelli, el director de Medicina Legal de la Superintendencia de Policía Científica, explicó que el análisis del cuerpo de Maradona mostró varios signos de enfermedades crónicas graves. El corazón del Diez, por ejemplo, estaba significativamente agrandado y lleno de grasa. “El corazón pesaba 503 gramos, el doble del peso normal para una persona adulta”, afirmó Cassinelli, describiendo cómo la dilatación y el exceso de grasa en las paredes cardíacas eran indicativos de una miocardiopatía dilatada, una condición que contribuyó a su insuficiencia cardíaca.

La autopsia también reveló que Maradona padecía de edema agudo de pulmón, una acumulación excesiva de líquido en los pulmones, que en conjunto con su miocarditis y cirrosis, explican el crítico estado de su salud. “Los pulmones pesaban entre los dos un kilo cien, 170 gramos más que un pulmón normal de un adulto”, detalló el perito, explicando que la acumulación de líquido en su cuerpo no fue algo repentino, sino que se fue desarrollando de manera progresiva durante al menos diez días antes de su fallecimiento.
Una agonía y muerte gradual
Uno de los puntos más destacados revelados durante la audiencia fue la confirmación de que Maradona había sufrido una agonía prolongada antes de su muerte. Según Cassinelli, el corazón del futbolista mostraba signos claros de que había estado en una etapa de agonía, incluyendo la presencia de coágulos cruóricos, que son característicos de un proceso de muerte prolongado.
“Esos coágulos solo aparecen en casos de agonía. Son de color rojizo”, explicó el perito, quien añadió que debido a la insuficiencia cardíaca que padecía Maradona, la misma podría haberse extendido hasta 12 horas antes de su fallecimiento.
“Maradona no habría tenido controles médicos a partir de las 00:30 del 25 de noviembre. Podría haber estado en agonía durante al menos 12 horas”, añadió Cassinelli, subrayando que, dadas las condiciones en las que se encontraba, el astro del fútbol no era un paciente apto para estar en su domicilio. “No era un paciente para estar en un domicilio. Para tratarlo habría que haberlo internado”, concluyó.
Autopsia de Maradona: el estado general de su cuerpo
Además de los problemas cardíacos y pulmonares, la autopsia también reveló otros hallazgos alarmantes. Los riñones de Maradona estaban aumentados de tamaño y presentaban signos de enfermedad, y en su abdomen se encontraron hasta tres litros de líquido acumulado, lo que indicaba una grave retención de agua en su cuerpo.

Aunque no es posible determinar con exactitud el momento de la muerte, los peritos ofrecieron un rango aproximado de la defunción. El cuerpo de Maradona fue examinado a las 19 del 25 de noviembre, y en ese momento se observó rigidez en su mandíbula y en sus extremidades superiores, así como opacidad en las córneas de sus ojos. Estos signos permitieron estimar que la muerte podría haber ocurrido entre las 9 y las 12.
Este jueves, el testimonio de los peritos dejó al descubierto una serie de condiciones graves que marcaron el final de la vida de Maradona. Si bien la causa principal de su fallecimiento fue un edema agudo de pulmón debido a una insuficiencia cardíaca congestiva y una miocardiopatía dilatada, los hallazgos de la autopsia pintan el retrato de un hombre que sufrió en silencio, enfrentando una agonía que pudo haber comenzado horas antes de su muerte.