De no mediar ninguna sorpresa de último momento, este viernes 1° de noviembre comenzará finalmente el juicio por el caso de Tania Abrile, aquella artista plástica de Río Tercero que murió trágicamente luego de haber consumido éxtasis en una fiesta electrónica realizada en el Orfeo Superdomo de Córdoba en julio 2016.
A más de ocho años, cuatro personas comenzarán a ser juzgadas en la Cámara 6ª del Crimen de Córdoba.
En el banquillo de los acusados estarán los empresarios Iván “Vampi” Aballay y Héctor “Tori” Baistrocchi, de la firma Buenas Noches Producciones (BNP) y organizadores de ese evento; como así también los imputados Mario Novaro y Walter Barreto.
Según la instrucción de la causa, los organizadores de la fiesta electrónica alquilaron el Orfeo para la presentación de un DJ. De acuerdo a la acusación, habrían predispuesto una serie de acciones para lograr las condiciones óptimas para que los asistentes pudieran consumir estupefacientes de manera libre. En la pieza acusatoria se manifiesta que, para cometer esos delitos, les habría sido necesaria la participación de dos o más personas: una a cargo de la seguridad privada y la otra, un presunto falso médico.
En ese escenario, murió Tania.
En el marco de la investigación se llevaron adelante dos causas: por un lado, la presunta facilitación de un lugar para que personas se droguen y, por otro lado, la trágica muerte de la joven.
El tribunal decidió juzgar todo junto, como ya sucedió en episodios similares, ya que entiende que hay conexión entre ambos expedientes.
Por un lado, Iván Aballay y Héctor Baistrocchi deberán responder por supuesto homicidio culposo. Se encuentran presos desde julio pasado por riesgo procesal.
A su vez, sobre la misma investigación se encuentra acusado Walter Barreto por presunto ejercicio ilegal de la medicina. Llega al banquillo por supuesto homicidio simple por dolo eventual.
Asimismo, Aballay y Baistrocchi serán juzgados como presuntos coautores de facilitación de un lugar para el consumo de estupefacientes, agravado por la intervención organizada de tres o más personas y dentro de un establecimiento donde se realizó un espectáculo público.
De manera concomitante, está imputado Mario Alfredo Novaro como supuesto partícipe necesario de este último delito. Novaro era el jefe de seguridad esa noche, según la acusación.
Otra socia de BNP llegó a estar imputada, pero fue sobreseída de culpa y cargo.
De la fiesta a la muerte
Todo sucedió el 24 de julio de 2016 en el Orfeo Superdomo de barrio Alto Verde en la capital cordobesa.
Tania Abrile, oriunda de Río Tercero, concurrió a esa fiesta y, tras consumir una pastilla de éxtasis, se descompuso y murió finalmente. Tenía 38 años.
La causa fue compleja y demandó una extensa investigación dividida en partes. Los expedientes tuvieron varias idas y vueltas con distintos recursos presentados.
Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) dispuso en 2023 que se realice un solo juicio, ya que los presuntos delitos estarían conectados.
En la resolución del TSJ se plasmó que Aballay y Baistrocchi, dos conocidos empresarios de la noche, supuestamente predispusieron “las condiciones necesarias para que en la fiesta de asistencia masiva, por ellos organizada, se facilitara el consumo de estupefacientes, a través de conductas positivas y omisivas”.
Aballay y Baistrocchi quedaron detenidos en julio pasado. La razón fue por indicios de riesgo procesal.
Se argumentó desde la Cámara 6ª del Crimen que los imputados “no informaron sobre sus salidas al exterior”: entre los dos viajaron 11 veces al extranjero supuestamente sin avisar al tribunal (ocho viajes Baistrocchi y tres Aballay).
Los jueces remarcaron que había un indicio de peligro de fuga dado que ambos “han mostrado una capacidad económica y fluidez de contactos internacionales que determinan una mayor y significativa posibilidad comparativa para salir y permanecer fuera del país que el común de los ciudadanos”.
La Cámara señaló que las detenciones se ordenaron no sólo para garantizar el debate sino también eventualmente porque pueden ser condenados.
El tribunal estará integrado por los jueces Enrique Buteler, Pablo Brandán Molina y Esteban Díaz Reyna. La fiscalía está a cargo de Fernando Palma. Se espera que el juicio dure un mes. Habrá unos 25 testigos.
El abogado Carlos Ríos representa a los padres de Tania, quienes serán parte querellante.
El letrado espera que, a través del juicio, queden determinadas las responsabilidades de los imputados y pueda saberse finalmente la verdad de lo sucedido.
La querella presentará como nuevos testigos a los peritos de control que intervinieron en la investigación.
La defensa (de Aballay, Baistrocchi y Novaro) planteó desde el inicio de la causa judicial que si Tania consumió alguna sustancia habría sido en “forma voluntaria”.
En otras oportunidades manifestaron que en la ley de estupefacientes, el bien jurídico protegido es la salud pública, como un bien supraindividual, es decir que excede a la persona como ofendido penal en el proceso.
Bronca, dolor y reclamo
Graciela Flores es la mamá de Tania. Desde aquella fatídica noche del 14 de julio de 2016, Graciela lucha para que se haga justicia por su hija. “Que los organizadores no hagan fiestas en las mismas condiciones que aquella vez”, le dijo a La Voz.
“Están detenidos los organizadores, pero no sé si no debería estar también el supuesto falso médico, porque aquella noche tuvo un rol crucial, para que terminaran las cosas como resultaron. Para mí, con mi hija hicieron abandono de persona”, agregó con el puño cerrado.
Graciela creó una fundación donde se exponen obras de su hija y que, a su vez, se convirtió en un espacio para otros artistas. Este sitio está ubicado al lado de la casa de Graciela en la vecina localidad de Almafuerte. “Este era el sueño de Tania, la recuerdo todos los días, está siempre conmigo”, expresó.
“Después de tantos años llegamos a un proceso que tiene que terminar. Tengo muchas expectativas que se hará justicia, tengo esperanzas. Voy a ir a cada audiencia del juicio, no será fácil”, cerró.
