Comenzó en la Cámara del Crimen 2 de Río Cuarto el juicio contra Brian Nicolás Valdéz (20), quien está acusado del homicidio calificado por el vínculo de su madre, Mercedes Claudia Guzmán (37).
Los hechos se produjeron el 12 de octubre de 2023 en General Cabrera.
Según la instrucción formulada por el fiscal Pablo Jávega, “con plena conciencia y dominio de su conducta, en virtud de una discusión”, Brian Valdéz, “tomó una estructura de reja de hierro de color blanco y sin mediar palabra acometió contra su madre (…) causándole lesiones en el corazón que evolucionaron hasta causarle la muerte”.
La mujer estuvo internada casi un mes. La lesión contuso penetrante en el hemitórax izquierdo posterior le provocó una herida cardíaca que resultó fatal. Valdéz tenía entonces 19 años y carecía de antecedentes.
El juicio, con jurados populares, se lleva a cabo en la Cámara del Crimen número 2. La defensa está a cargo de la asesora oficial Luciana Casas.
En su indagatoria, Valdez dijo que fue a la casa de Guzmán porque una mujer (Flavia Vizcarra) le avisó que su padrastro estaba golpeando a su madre. Sostuvo que tiró cascotes contra la ventana hasta que salieron, luego quiso tirarle la reja a él, pero su mamá se interpuso.
En su momento, Vizcarra lo desmintió y deslizó que Brian habría peleado con su novia y creía que los vecinos de la cuadra de su madre lo habían denunciado a la Policía.
Algunos testigos sostuvieron que ese día “notaron a Brian muy sacado, fuera de sí”.
El padrastro del imputado declaró que al casarse con Guzmán, 12 años atrás, “le dio su apellido” a Brian, quien era hijo de una relación anterior. Dijo que a la hora del hecho estaba acostado. Añadió que escuchó al joven gritar a su madre, reprocharle por haberlo denunciado. Y que cuando salió, vio a su esposa herida.
Una hermana del imputado contó que su hermano, cuando era niño, fue abusado sexualmente por una persona que recientemente condenada en Tucumán. Consideró que Brian “a raíz de eso andaba muy agresivo e impulsivo”.
Peritajes, versiones y veredicto
El estudio psiquiátrico del imputado da cuenta de un “trastorno por estrés post traumático crónico, con síntomas depresivos, una fuerte asociación etiopatogénica ligada a las vivencias traumáticas infantiles sin reparación, y con persistencia de agresores psíquicos en la edad adulta”. “Cursa también un período de cesación canábica auto inducida”, consigna.
Al momento del peritaje, “su capacidad, aptitud procesal y penal era mínima, reducida por la sintomatología emergente”. Pero concluye que, “dentro del marco reduccionista de la patología desarrollada a lo largo de su ciclo vital, preservó condiciones suficientes como para poder comprender la criminalidad del acto y dirigir sus acciones”.
En la instrucción, un matrimonio salió en defensa del joven, aseguró que un mes y medio antes de que ocurrieran los hechos les pidió ayuda para salir de una adicción, que había comenzado un tratamiento y estaba muy comprometido con su trabajo de albañil.
“El siempre ayudaba a su mamá, discutían pero era por el padrastro”, testimonió una mujer. En el mismo sentido, amigos del acusado dejaron sentado el maltrato que presuntamente le infringía su padrastro, “desde no darle de comer hasta excluirlo en una habitación fuera del domicilio”. Un joven contó que, cuando quería abrazarlo, Brian “refería dolor y mostraba moretones en su espalda”.
Para algunos vecinos, Brian fue a discutir y agredir a su madre. Para otros, la mujer se interpuso cuando el imputado quiso entrar para pelear con el padrastro. Versiones dan cuenta de que la reja que atravesó la espalda de la mujer y le perforó el corazón, supuestamente había sido colocada la noche anterior para impedir el ingreso de Brian a la casa.
Este martes continuarán los testimonios y el jueves, los alegatos.