La Cámara 5ª del Crimen de Córdoba será escenario desde hoy del juicio contra Ezequiel Alejandro Pereyra, un “naranjita” de 31 años acusado como supuesto autor de los delitos de extorsión en grado de tentativa, robo en grado de tentativa y robo. Será la primera vez que un trabajador informal de esta actividad vaya al banquillo de los acusados tras un serio episodio callejero, según la acusación fiscal.
El hecho que será juzgado ocurrió el 17 de mayo de 2024, aproximadamente a las 20.30, en la calle Tejeda al 4500, en el barrio Cerro de las Rosas, en la Capital, donde Pereyra tenía una cuadra en la que con habitualidad cobraba el estacionamiento.
Estos datos se desprenden de la acusación instruida por la fiscala Lourdes Quagliatti, quien estableció que Pereyra permanecía realizando estas tareas informales junto a familiares y allegados.
Según la investigación, operaba hacía tiempo como “naranjita” en esta zona dominada por bares y locales comerciales.
En un momento, se acercó a una mujer que permanecía dentro de su automóvil junto a su hijo y le “exigió” un pago por usar el espacio para estacionar, de acuerdo a la causa.
Según la acusación, lo hizo bajo amenazas directas de muerte.
El hijo habría sido el destinatario de los improperios.
El supuesto intento de extorsión derivó en un violento altercado en el que Pereyra habría intentado sustraer el teléfono celular del hijo de la víctima, y también el de la propia mujer, todo según la investigación.
En ese momento, la Policía fue alertada por testigos del episodio y un procedimiento permitió la recuperación de los teléfonos y la detención del acusado.
Desde el martes, el fiscal de Cámara, Marcelo Fenoll, deberá sopesar la prueba y reforzar la acusación que lleva a juicio a Pereyra.

Vale decir que en numerosas oportunidades referentes del sector –en su mayoría conformados en cooperativas reconocidas de manera oficial– insistieron con la importancia del rol social que cumplen los trabajadores, poniendo énfasis en el servicio de seguridad y control que prestan.
Más de una vez los cooperativistas señalaron que estos casos violentos son excepcionales y que, por lo general, la convivencia entre “naranjitas” y ciudadanos es en parsimonia y de “mutuo beneficio”, resolviendo además el problema de ingresos económicos para los trabajadores llamados de la “economía informal”.
El primer “naranjita” que irá a juicio por amenazas
Ezequiel Pereyra trabajaba en lo que se había convertido en “su cuadra” desde hacía un tiempo relativamente corto, tras haber recuperado su libertad en enero de 2022. En aquel entonces acababa de cumplir una condena por delitos contra la propiedad.
Según la investigación, tenía “copada la zona” y ejercía presión sobre quienes estacionaban allí.
Durante el proceso para conformar la acusación, los investigadores establecieron que el hombre imponía un falso “cobro” por el espacio público bajo amenazas, una modalidad que ha sido denunciada en varias ocasiones y en diferentes puntos de la ciudad.
Este medio corroboró recientemente que en la misma zona los naranjitas cobran entre 4 mil y 6 mil pesos, dependiendo de si se trata de un fin de semana o un día hábil. En las noches de sábado, la cifra puede ser aún mayor.
La importancia del juicio a Pereyra es que, de confirmarse la hipótesis acusatoria, el resultado podría sentar un precedente determinante para delimitar la línea entre la “mendicidad encubierta” y la “extorsión” bajo la apariencia de un “servicio”.

Actualmente, estas actividades son consideradas una infracción al Código de Convivencia de la Provincia de Córdoba, que establece claramente que el pago por el uso del espacio público debe ser voluntario y no tarifado.
La violencia y las denuncias contra los “naranjitas” en Córdoba
El juicio a Pereyra no es un hecho aislado. En los últimos meses, diversos episodios de violencia y amenazas protagonizados por “naranjitas” han encendido las alarmas en la ciudad.
En marzo, un naranjita de 28 años fue detenido en la zona céntrica, más precisamente en barrio Nueva Córdoba, tras amenazar de muerte a un conductor que se negó a pagar por estacionar.
Durante este mismo episodio, el trabajador informal golpeó el espejo retrovisor del vehículo. El detenido fue interceptado por la policía gracias a la rápida denuncia del afectado.
También en febrero otro cuidacoches fue arrestado por amenazar a un automovilista con romperle el auto si no le pagaba. Aquí el dueño del vehículo había estacionado frente a su propia casa.
El monto exigido por el “servicio” había sido de 3 mil pesos.
En enero, en barrio Alta Córdoba, en la franja norte de la Capital, un naranjita de 41 años fue aprehendido tras un altercado por una suma de dinero exigida a varios conductores, situación que se repite de forma frecuente en zonas de concentración vehicular y de vida nocturna.
En diciembre de 2024, un video viral mostró una violenta pelea entre varios “naranjitas” en Nueva Córdoba, episodio que culminó con detenciones y denuncias de vecinos que claman por vivir sin esta violencia y extorsión en las calles.
La postura oficial sobre la actividad de “naranjitas” en Córdoba
El ministro de Seguridad provincial, Juan Pablo Quinteros, ya había reconocido públicamente su preocupación sobre la problemática.
Desde agosto de 2024, la Policía detuvo a 67 personas vinculadas a la actividad irregular y violenta de los “naranjitas”, quienes han sido imputados tanto por infracciones al Código de Convivencia como por delitos penales.
Quinteros insistió en la necesidad de una legislación más clara, ya sea provincial o municipal, que regule esta actividad, para que las fuerzas de seguridad tengan un marco legal adecuado para actuar con mayor eficacia.
Además, exhortó a la ciudadanía a denunciar estos hechos al 911, recordando que muchas veces las quejas se canalizan por redes sociales sin que se inicie un procedimiento policial formal.

Por su parte, el intendente Martín Passerini anunció medidas concretas para erradicar a los “naranjitas” de espacios públicos como el parque Sarmiento, reforzando la vigilancia y buscando mecanismos para desalentar esta práctica.