Los grandes robos que se registraron este año a la salida de los bancos de la zona céntrica, en el sector conocido como “la City cordobesa”, y de otros puntos de la Capital, empiezan a tener una posible explicación gracias a una saga de detenciones que concluyó este viernes con cinco sospechosos presos, todos oriundos de Tucumán.
Bajo las mismas sospechas, la Policía ya había detenido a otros ocho presuntos ladrones que operaban en la misma zona y en el barrio Cerro de las Rosas. Las detenciones se registraron a finales de abril y a comienzos de mayo.
Para la Justicia, se trata de un grupo de al menos 15 tucumanos, actualmente todos tras las rejas, que se movían en autos de lujo y motocicletas para dar golpes precisos a la salida de entidades bancarias y financieras.
Viajaban a Córdoba en fechas específicas. Se alojaban en “hoteles de mala muerte”, según expresaron los investigadores.
Allí montaban una base, en el hostel o el hotel que generalmente buscaban en el mismo casco céntrico. Algunas veces salían ellos mismos en vehículos que luego abandonaban. Otras veces les pagaban a terceros para que, montados en una motocicleta, ejecutaran el robo.
Seguían a sus víctimas. Los mantenían bajo observación.
Cuando tenían la seguridad de que iban con el bolso de los billetes, iban tras ellos.
Actuaban rápido: se acercaban, los encerraban y se llevaban el dinero. Otras veces tironeaban del maletín hasta arrancarlo de las manos de sus dueños.
También rompían ventanillas de camionetas para llevarse lo que buscaban.
Al cabo de algunas horas, abandonaban la ciudad para retornar a Tucumán. No se asentaban por más de 12 horas en la Capital.
Era tan alevosa la operatoria que todas las voces de la comunidad bancaria comenzaron a alzarse. La queja llegó pronto al despacho del ministro de Seguridad de la Provincia, Juan Pablo Quinteros.
Recién tomaba su cargo cuando en febrero escuchó por primera vez la advertencia: “Los tucumanos nos están ‘matando’”, dijeron en esas palabras las víctimas según reconocieron desde el despacho del ministro.
Entonces, Quinteros supo que debía agilizar las acciones y tomó contacto con los referentes de la City. Una vez que le presentaron el problema, fue ante el grupo de investigaciones de la Policía y habló con algunos fiscales.
Allanamientos y una banda tras las rejas
Fue el fiscal Juan Pablo Klinger quien tomó el caso y ordenó las primeras actuaciones. Pero la causa iba a cambiar de manos hacia la fiscalía que actualmente consignó los últimos allanamientos, a cargo del fiscal Iván Rodríguez.
Las cosas se aceleraron tras las primeras ocho detenciones, a finales de abril y comienzos de mayo, todas indicadas por Klinger. Con el paso de los días, los pesquisas consiguieron abrir algunos celulares incautados en los primeros procedimientos.
El cúmulo de pruebas dio lugar al operativo interprovincial de este viernes, ordenado por el fiscal Rodríguez. Requirió de la coordinación entre el Ministerio de Seguridad de Córdoba y el de Tucumán.
Los operativos tuvieron lugar en los barrios Ciudad de Mis Sueños, General Savio, Yapeyú y Patricios, en Villa Carlos Paz, donde resultaron detenidos dos sospechosos, y en San Miguel de Tucumán, donde detuvieron a cinco presuntos ladrones.
En total, se realizaron 66 allanamientos en simultáneo, 20 de los cuales tuvieron lugar en la capital cordobesa.
A las 4 de la madrugada, los policías de ambas provincias saltaron a las calles y extendieron sus acciones hasta la media mañana. En Tucumán se produjo una persecución con intercambio de disparos: el sospechoso intentó huir por los techos, pero finalmente fue capturado.
No hubo heridos durante los allanamientos, según consignaron fuentes policiales.
Nadie en la fiscalía se atreve a asegurar que no haya más implicados. Sí creen que la banda fue “desbaratada”, dado que se atrapó a dos de los eslabones más importantes que tenía el presunto armado delictivo.
Durante los allanamientos, se secuestraron un Ford Focus, una Volkswagen Amarok, otros vehículos y una gran cantidad de dinero.
