Los incendios en la provincia de Corrientes se convirtieron hace tiempo en un asunto de interés nacional. La magnitud del fenómeno y las acciones contra el fuego se tradujeron en numerosas críticas, primero hacia el Gobierno provincial y pronto el foco se corrió hacia la cartera de Ambiente de Nación y al propio Ejecutivo nacional.
Según las cifras difundidas por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), que depende del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Nación, las llamas ya habían consumido más de 800.000 hectáreas del total de la superficie provincial.
El territorio alcanzado por los incendios ya superó el 10 por ciento de la superficie total provincial. Pero, en ese total de hectáreas, una parte mayoritaria corresponde a zonas reservadas por Parques Nacionales.
Para tomar real dimensión de lo que pasa en el territorio litoraleño, los especialistas han señalado que tras los incendios la zona del Iberá ya perdió un 12 por ciento de la reserva. En esa misma línea, la Fundación Rewilding Argentina alertó que el parque nacional Los Esteros del Iberá –una zona comprendida por humedales donde se preservan la flora y la fauna– fue consumido por las llamas en un 40 por ciento.
De los 11 focos que continuaban activos hasta el martes pasado, el miércoles sólo se había podido contener el de Caa Catí, la ciudad capital del departamento General Paz, al norte del territorio provincial. No obstante, otros 10 focos continuaban activos en las ciudades de Concepción III, San Miguel, Curuzú Cuatiá, Ituzaingó, Santo Tomé, Loreto, Virasoro, Alvear, Corrientes y Carlos Pellegrini.
En relación con las causas que habrían originado los incendios, la Justicia local abrió más de 70 investigaciones por denuncias de incendios rurales intencionales en el territorio. Se estima que en los próximos días ese número seguirá creciendo hasta, posiblemente, duplicarse.
Apagar el fuego: tarea titánica
Según informó este miércoles el SNMF en su informe diario, en Corrientes operan cinco aviones hidrantes, un avión observador y cuatro helicópteros pertenecientes al SNMF, Ministerio de Defensa y Policía Federal, respectivamente. Junto con el equipamiento, Nación envió –según lo que consta en los registros del organismo ambiental– a 170 brigadistas y a personal de apoyo convocados por el SNMF y por Parques Nacionales.
Además, hicieron constar que ocho autobombas, equipamiento, maquinaria pesada, camión logístico, camión de comunicaciones y móviles de apoyo actúan en la zona de manera simultánea. Junto con la información, se anunció que en los días venideros se sumarán 70 brigadistas provenientes del Estado Plurinacional de Bolivia, convocados por el SNMF.
Junto con esta asistencia, otras 14 provincias enviaron equipamiento y brigadistas. Una de ellas fue Córdoba, que aportó 150 bomberos y dos aviones hidrantes para colaborar con la lucha contra el fuego.
En cuanto a la estrategia de combate de los incendios, los Bomberos Voluntarios de Córdoba trabajan en proximidades de Carlos Pellegrini, en una zona delimitada por el parque nacional Iberá y la estancia Iberá.
“La situación es muy delicada. Se actúa en condiciones muy desfavorables de clima y con temperaturas que superan los 38 grados”, había dicho días atrás el secretario de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil de Córdoba, Claudio Vignetta.
