En un giro inesperado durante el juicio que se lleva a cabo en su contra, Luciana Bustos, una científica del Conicet de 34 años, acusada de asesinar a Marcelo Amarfil de seis puñaladas, negó la hipótesis inicial de un juego sexual consentido. A través de su abogado, Bustos presentó una versión de los hechos ocurridos la madrugada del 17 de enero de 2024 en San Juan, donde asegura haber actuado en legítima defensa tras un intento de violación.
Según informó Clarín, el abogado de Bustos, Néstor Olivera, declaró que su defendida es “lesbiana y está en pareja con una mujer desde hace cuatro años”. En este sentido, Olivera explicó que la víctima habría intentado “violarla, la redujo atándole las manos, se le tiró encima en el asiento del acompañante y eyaculó sobre el cuerpo de ella”. Esta declaración busca desmantelar la principal hipótesis que se debate en tribunales y argumentar que la relación sexual previa al crimen no fue consentida.

Olivera también señaló que “Amarfil era el mejor amigo de Luciana y todo el recuerdo de lo que ocurrió le provoca demasiadas emociones. Por recomendación de su psiquiatra, ella no quiso hablar”. Esta declaración justifica la decisión de Bustos de no declarar en la primera audiencia del juicio.
Luciana Bustos enfrenta cargos por el delito de homicidio doloso doblemente agravado por el vínculo y por mediar alevosía. De ser encontrada culpable, podría ser condenada a prisión perpetua. La defensa buscará probar que Bustos actuó en legítima defensa ante el presunto intento de violación. El proceso judicial continúa para esclarecer los detalles de este trágico suceso.
