El calvario de un argentino tras las rejas en El Salvador. Alejo Arias, de 26 años, se encuentra detenido en El Salvador desde el 14 de julio de 2023. Su viaje al país centroamericano tenía el objetivo de trabajar para una microfinanciera y así poder costearse sus estudios de Radiología en Mendoza.
Sin embargo, la organización para la que trabajaba resultó ser ilegal, y Alejo fue arrestado junto a 45 colombianos y tres salvadoreños.
De qué se acusa a Alejo Arias en El Salvador
Fue acusado de asociación ilícita, lavado de dinero y disturbios públicos, dictándose prisión preventiva en su contra.
Su padre, Mauricio Arias, relata a Clarín el profundo dolor que embarga a la familia desde entonces: “No hay un día que no se nos caiga una lágrima por nuestro hijo”. Inicialmente estuvo incomunicado, pasando por “El Penalito” y luego al Centro Penal de Jucuapa, un centro de detención de mediana seguridad con hacinamiento.

Condiciones de detención y el traslado a una cárcel más “abierta”
Las imágenes de las cárceles salvadoreñas bajo el mandato de Bukele son impactantes, transmitiendo una política de “mano dura”.
Inicialmente, la familia de Alejo vio imágenes de él “con la cabeza baja, flaquito, deprimido”, vistiendo el mismo uniforme blanco que el resto de los presos.
En abril de 2024, hubo un cambio significativo: Alejo fue trasladado al Penal Occidental de Santa Ana, un centro de detención más abierto donde el consulado argentino tiene mayor acceso.
En este penal, los presos cultivan sus propios alimentos y tienen diferentes oficios. Alejo, quien también trabajó como personal trainer en Mendoza, lidera un grupo de entrenamiento con otros 20 internos, lo que le ayuda a mantenerse activo. Cada 45 días, recibe la visita de un enviado del consulado argentino con alimentos, artículos de aseo y cartas de su familia.
A través de estas cartas, se sabe que Alejo se aferra a su fe, extraña a su familia y a su perro Moro, estudia inglés y mantiene una buena relación con el personal y otros detenidos.

La emotiva visita del padre: un rayo de esperanza en la angustia
Gracias a una colecta y la gestión de autoridades argentinas, Mauricio Arias pudo viajar a El Salvador y reencontrarse con su hijo en septiembre de 2024. El encuentro fue profundamente emotivo: “No parábamos de llorar”, recuerda Mauricio.
Alejo se disculpó por la difícil situación, a lo que su padre respondió reafirmando su inocencia. La visita, aunque de solo 40 minutos y con un guardia presente, significó un gran apoyo para Alejo: “Pa, esta visita me da fuerzas para aguantar lo que sea’”. Mauricio encontró a su hijo de buen ánimo y recuperado físicamente. Alejo incluso bordó la palabra “Argentina” en el cuello de su remera blanca.
¿Cuándo podría recuperar la libertad el argentino detenido?
La situación legal de Alejo ha evolucionado. Inicialmente acusado de ser autor y organizador de delitos, se espera que sea juzgado bajo una calificación legal distinta y menos grave.
Sus abogados, liderados por Miguel Ángel Pierri, buscan un juicio abreviado con una pena menor y excarcelable que permita su regreso a Argentina. Está previsto que Alejo vuelva a declarar ante la justicia salvadoreña a fines de marzo, y se estima que la sentencia podría dictarse entre 30 y 60 días después.
Si fuera condenado a una pena de dos años, por ejemplo, podría ser extraditado y quedar libre al computarse el tiempo ya detenido. Su padre insiste en su inocencia, recordando que “Si esto le hubiera pasado en la Argentina, Alejo estaría esperando el juicio en libertad”.
La familia Arias se aferra a la esperanza de un “milagro” para que Alejo pueda volver a casa.