El presunto estafador serial Jorge Daniel Scarpino (60) se mantuvo prófugo durante un año y cuatro meses. El acusado estuvo a pocas horas de quedar libre ante la imposibilidad de hallar una ambulancia acondicionada que pudiera traerlo desde Buenos Aires hasta Córdoba sobre el agónico vencimiento del plazo de extradición.
In extremis, este mismo martes a última hora el fiscal cordobés Andrés Godoy consiguió finalmente una ambulancia del Ministerio de Salud de Córdoba y una comisión policial para trasladarlo a La Docta. Scarpino y a su esposa, Silvina Jaquelina Campos Burgos (51), están imputados por múltiples estafas que rondarían los $ 25 millones (al valor del dólar de enero de 2023), según estimó Francisco Scocco, el abogado que representa a los damnificados.
Las supuestas estafas de Scarpino en Córdoba
Para muchos, resultó muy atractiva la seductora propuesta de protegerse de la espiral inflacionaria invirtiendo los ahorros con un retorno de interés alto, por fuera del ofrecido por la banca tradicional. Pero en diciembre de 2022 la ilusión de recuperar los fondos se desplomó, y el caso terminó en la Justicia provincial, por estafas.
De acuerdo con varios “contratos de mutuo” a los que accedió La Voz, Scarpino ofrecía un interés del 20% mensual (240% anual), un valor muy tentador para los ahorristas, incluso por encima de los beneficios otorgados por los bancos en ese momento.
Los contratos eran “calcados”: un simple convenio entre particulares, que se plasmaba en una carilla A4, sin membrete de ninguna entidad (tampoco de la “financiera” constituida por Scarpino) y a nombre del financista y del ahorrista, con certificación de firmas ante un escribano.
Al captar las inversiones, Scarpino habría utilizado los montos para fondearse y presuntamente brindar préstamos a comerciantes con un interés mensual del 40% (que los comerciantes debían devolver en cuotas semanales). De esa ganancia, el 20% iría a los inversores y el 20% restante quedaría en manos de Scarpino. El mecanismo se habría replicado de manera reiterada y sumaba nuevos inversores.
Scarpino (perdió parte de una de sus piernas y se moviliza en silla de ruedas) aparecía vinculado a una fundación de Córdoba, creada y habilitada por la Dirección General de Inspección de Sociedades Jurídicas de la Provincia para funcionar como persona jurídica.
Al mismo tiempo, figura como presidente de Scarpino Viviendas Adaptadas SA, según consta en el Boletín Oficial. La constitución data de mayo de 2022 y la empresa fue creada presuntamente para la “construcción de todo tipo de obras, públicas o privadas, edificios, viviendas, locales comerciales y plantas industriales; realizar refacciones, remodelaciones”, entre otros singulares rubros.
Algunos meses después, constituyó otra SA: Scarpino Compañía Financiera y Soluciones Comerciales. Habría sido la denominación que utilizaba para dar una apariencia “formal” a las operaciones que habría realizado con los ahorristas; en principio, desde 2019. De forma idéntica a Scarpino Viviendas…, Scarpino apareció como presidente; y su pareja, como directora.
Una investigación larga y casi artesanal
El abogado de las decenas de damnificados que presentaron la “lluvia” de denuncias contra Scarpino inició una investigación particular para intentar localizarlo. Durante varios meses, el letrado Scocco encabezó la pesquisa privada que le permitió ir rastreando algunas pistas y desechando otras.
El amplio espectro donde podía ocultarse el sospechoso abarcaba desde Mendoza (porque se había activado la señal de una presunta línea telefónica de Scarpino) hasta Santa Rosa de Calamuchita, Lanús y otros lugares del vasto territorio bonaerense y de la ciudad de Buenos Aires (Caba).
La tarea de rastreo, con abogados y la ayuda de los denunciantes, se circunscribió de manera específica a Lanús y, más puntualmente, a cinco domicilios de Caba, ya que contaban con datos de probables lugares de residencia. Las averiguaciones dieron su fruto en la zona de Callao y Corrientes, en Congreso. Observaron que un hombre que habitualmente frecuentaba la zona presentaba características similares a Scarpino, quien se vale de una silla de ruedas.
El sospechoso se dedicaba a pedir limosnas y a la venta de estampitas. Lograron fotografiarlo en la calle y reunir otros datos, como su posible lugar de alojamiento.
Con todos los elementos, el fiscal Godoy (que había pedido la captura en abril de 2023) logró hallar a Scarpino y a su esposa. Al momento del arresto, Scarpino llevaba su cabello teñido de color cobrizo y con un corte diferente al que usualmente usaba en Córdoba.
Scarpino, casi libre
Las tratativas para trasladar a Scarpino comenzaron antes de la feria judicial en Córdoba y culminaron este miércoles por la mañana, cuando alcanzaron picos “febriles”. “Nos volvimos locos para traerlo. Tiene una discapacidad el hombre, y casi lo dejan libre allá (Buenos Aires). Muy mañoso”, comentó a La Voz una fuente con conocimiento del operativo.
A través de un abogado, Scarpino reclamó ciertas condiciones para ser trasladado adecuadamente, mientras el plazo fijado por el Juzgado Nacional de Rogatorias de Buenos Aires seguía corriendo.
El fiscal Godoy y los juzgados de Control N° 1 y 5 intentaron encontrar un vehículo de traslado apropiado, debido a las condiciones de salud del imputado (obesidad y diabetes insulinodependiente). La dificultad estuvo dada por la inexistencia de un patrullero o un vehículo adecuados para ese tipo de detenidos.
Este martes, al filo del vencimiento del plazo para la extradición, consiguieron que el Ministerio de Salud de la provincia les cediera una ambulancia para concretar el traslado. ¿Qué hubiera ocurrido si el plazo para extraditarlo hubiera caducado? El fiscal ya había trazado un plan B: esperarlo con una comitiva policial a la salida hasta la División Capturas y Prófugos de la Policía porteña, donde estaba alojado, y apresarlo in situ.
Finalmente, fue trasladado en la ambulancia preparada con un equipo médico y escoltada por la comisión policial de la Dirección General de Investigaciones Criminales de Córdoba.
Partieron el martes por la tarde y arribaron este miércoles por la madrugada. Scarpino fue revisado por el personal médico del hospital modular de la cárcel de Bouwer y quedó alojado allí.
Su esposa, en tanto, ya había sido trasladada días antes. La pareja es la única que seguirá detenida, a diferencia de sus dos hijos jóvenes (hijastros de Scarpino), quienes continúan imputados, pero en libertad.
Enterarse en la Jefatura
La particularidad con uno de estos jóvenes fue cómo descubrió que estaba siendo buscado por la Justicia. Fue en la propia Jefatura de Policía, ya que era uno de los encargados de operar las cámaras del Centro de Control de Video Operativo Provincial (911).
Cuando se logueó en su computadora, insertó sus datos. Paradójicamente, “saltó” su propio pedido de captura. En este caso, no debió llamar al 911 por “algún drama”, como reza el jingle oficial del 911, sino que el aviso de captura “llegó” a él.
Se presentó en la fiscalía, donde lo notificaron de la acusación como miembro de la asociación ilícita. Fue fichado y prontuariado junto con su hermano. Por no tener antecedentes y estar imputados por una intervención menor en los hechos, siguen en libertad.
