Un detalle tan simple como intentar pagar unas latas de bebida energizante con dólares en la terminal de ómnibus de Rosario de la Frontera fue la clave para desmantelar una operación transnacional de narcotráfico y capturar a los pilotos bolivianos que estrellaron su avioneta cargada de cocaína en el sur de Salta.
La justicia federal de Salta imputó a cinco hombres por integrar una organización narcocriminal trasnacional.
Los detenidos, dos pilotos y tres cómplices locales, están acusados del delito de “contrabando de importación de estupefacientes, agravado por el número de personas intervinientes y el uso de una aeronave operada de manera irregular”.

El error de la huida
El incidente se desencadenó el pasado martes, cuando una avioneta se estrelló y se incendió en un descampado en el sur de Salta, llevando un “cargamento millonario de cocaína”.
Aunque las autoridades encontraron rápidamente la droga, los responsables del traslado habían logrado escapar.
Acalorados y “ansiosos por regresar a Bolivia”, los pilotos Juan Pablo Quinteros Peredo y Henry Álvaro Mercado Cuajera llegaron a la terminal de ómnibus de Rosario de la Frontera, una zona turística fuertemente vigilada.

Allí, según revelaron fuentes a Clarín, intentaron comprar una bebida energizante, pero buscaron pagar con dólares.
Este simple hecho de querer pagar en moneda extranjera “disparó el alerta en el mostrador” y activó la intervención policial.
Ambos pilotos fueron detenidos y presentaban “rastros de lesiones en sus brazos”.
El megacargamento y las imputaciones
Tras el operativo, se logró determinar que la banda había ingresado de contrabando una gran cantidad de droga.
En total, se incautaron 364 kilos de cocaína.
Si bien unos 134 kilos de la droga quedaron en la avioneta siniestrada, más de 200 kilos adicionales fueron hallados enterrados en una zona rural, a unos 70 kilómetros del sitio del impacto.
Este viernes, la jueza federal de Garantías, Mariela Giménez, dictó la prisión preventiva para los cinco acusados, fijando un plazo de seis meses tanto para la investigación como para la detención.
Los pilotos bolivianos Quinteros Peredo y Mercado Cuajera fueron imputados como autores del delito.
Como partícipes necesarios, fueron acusados los salteños Julián Darío Mansilla, Jonathan Alejandro Gómez y Jorge Alberto Cuellar, quienes habían sido detenidos en una zona rural de Rosario de la Frontera el martes, tras la caída de la aeronave.
























