El fiscal de instrucción Andrés Godoy ordenó la realización de la autopsia tras la muerte del suboficial de la Policía de Córdoba Leandro José Galfré (39), quien sufrió un paro cardíaco durante una prueba física que realizaba junto a otros uniformados, este martes, en la Escuela de Suboficiales Manuel Belgrano, en el barrio Ciudad de los Cuartetos, en la zona nordeste de la ciudad de Córdoba.
El funcionario judicial tiene a su cargo la investigación y el informe forense será clave para determinar las causas efectivas de la muerte del suboficial, un hecho que causó consternación entre los miembros de la propia fuerza de seguridad. Su familia está quebrada.
Entre las medidas procesales, Godoy tiene previsto tomar declaración a los testigos y a personal policial, además de analizar las condiciones previas de salud del uniformado que vivía en la ciudad de San Franciso, entre otras medidas. No hay imputados.
El policía Galfré sufrió un deceso caracterizado como “súbito” por las autoridades policiales. Se encontraba, según las mismas fuentes, realizando una prueba que es considerada de “baja” y “media” intensidad.
Se le llama test de los mil metros y consta en realizar un esfuerzo físico que incluye correr a una velocidad “de trote”, se especificó desde la Jefatura de Policía.
La prueba –se indicó– estaba supervisada por profesores de educación física de la Policía, en forma presencial.
Según trascendió, mientras Galfré estaba desarrollando la actividad algunos compañeros observaron que perdió estabilidad y cayó. “El personal de salud, médico, fisioterapeuta y nutricionista, acudió en no más de 15 minutos. Por otra parte, conjuntamente con él, había viajado de San Francisco un suboficial, que es paramédico, con quien estaba haciendo la actividad física y no pasaron 15 minutos hasta que recibió la asistencia médica”, indicaron fuentes oficiales.
Desde la fuerza se aclaró que los servicios médicos realizaron maniobras de reanimación durante 40 minutos, sin poder revertir el cuadro clínico.
El comisario mayor Gabriel Bosque, director de Sanidad Policial, explicó que el área donde se realizaba la prueba cuenta con “servicio de emergencia, como área protegida”. Sin embargo, desde la institución admitieron que no cuentan con un desfibrilador.
También intervino una ambulancia del servicio de emergencia municipal 107, según se consignó.
Chequeos médicos al día e hipertensión
A la par, se destacó que Galfré contaba con “todos los chequeos realizados por la Policía y no había ninguna contraindicación para la realización de actividades físicas”.
“Estaba haciendo una prueba de actividad física regulada y pactada para el curso de ascenso del Instituto de Formación Policial. Tenía un acto médico avalado por los profesionales de la salud de la institución (policial)”, aclaró el comisario Bosque.
Y agregó: “Si no tienen el acto proporcional de salud de la institución, no pueden hacer ningún tipo de actividad física”, en relación a las exigencias que deben cumplimentar los uniformados en la Escuela de Suboficiales.
El jefe policial reconoció que Galfré arrastraba una condición médica particular. “Tenemos un antecedente: tenía una afección leve, controlada, medicada por su médico, por hipertensión. En agosto del año pasado, aportó una certificación de su cardiólogo particular que le permitía hacer todo tipo de actividades y tareas habituales de la profesión de policía”, dijo Bosque.
Este requerimiento extra había sido solicitado por la propia Policía por la condición de hipertenso que tenía el fallecido agente.
El fin de semana no había cumplido con guardias. Según se consignó desde la fuerza, Galfré tuvo tiempo libre.
El dolor de la familia
La Voz contactó a Ariel Galfré, hermano mayor de Leandro. Envuelto en un gran dolor, se preguntó por las maniobras de reanimación.
“Soy enfermero y siento una impotencia muy grande. No puedo creer que no hayan logrado sacarlo del paro cardiaco. Hubiera preferido estar en el lugar”, lamentó.
Dijo que su hermano dejó atrás a una familia, conformada por su actual pareja, tres hijas y un hijo.
“Era muy querido y reconocido por todo el mundo. Por estas horas no paro de recibir mensajes reconociendo a mi hermano como un gran hombre”, contó.
Recordó a su hermano como un hombre creativo, inquieto, solidario y muy querido. Tenía una banda de cuarteto.
“Era cantante, tenía muchos proyectos también con la música. Era mi hermano”, se quebró.
El suboficial, a quien le decían “el Chispas”, era el cantante de la Súper Banda del Chispas, un grupo reconocido en San Francisco.
El fin de semana largo, Galfré estuvo cantando junto a su banda en un show de cuarteto que ofreció su banda en un centro cultural de la ciudad cabecera del departamento de San Justo, según detalló el hermano.
