La Justicia porteña está llevando a cabo una investigación para esclarecer las circunstancias que rodearon la explosión de un experimento de química ocurrido durante una feria de ciencias en el colegio Guadalupe, barrio de Palermo. El suceso, que tuvo lugar durante la mañana de este miércoles en el establecimiento de Paraguay 3925, dejó como saldo a cinco alumnos heridos.
Según las primeras pericias, la violenta llamarada dentro del aula se habría desatado cuando un estudiante de 16 años arrojó alcohol sobre un mechero encendido. Una madre que estaba presente en el aula corroboró que había un mechero y que los chicos estaban manipulando alcohol, relatando que uno de ellos se prendió fuego “al toque”.
El foco en la responsabilidad docente
El caso quedó a cargo de la Fiscalía N°5, dirigida por Miguel Ángel Kessler, la cual busca establecer si hubo responsabilidad de los docentes o directivos por haber permitido que los menores manipularan elementos inflamables.
La Fiscalía está enfocada en determinar si hubo fallas en la supervisión de los chicos y del dictado de la clase durante la feria. El Ministerio Público Fiscal analizará la posible responsabilidad de los adultos y, de comprobarse negligencia, esto podría derivar en una imputación por lesiones culposas por omisión del deber de cuidado.
Entre las medidas ordenadas, se dispuso la toma de testimonios a adultos presentes, incluyendo padres, madres y profesores, para establecer cómo se desarrolló el experimento y el nivel de supervisión que había en ese momento. Los investigadores, a cargo de personal de la Comisaría 14B, buscan determinar específicamente cuántos docentes estaban a cargo y dónde se encontraban al momento del estallido, además de evaluar si el experimento que causó la explosión era el único con riesgo o si existían otros similares en la feria.
Dos estudiantes permanecen internados
En total, cinco alumnos resultaron heridos y cuatro debieron ser trasladados a distintos hospitales porteños. Además, una madre que se encontraba en el aula sufrió quemaduras leves en las manos y fue asistida en el lugar por personal del Same.
Actualmente, dos alumnos permanecen internados. Uno está en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y el otro en el Hospital del Quemado. El adolescente más comprometido se encuentra en estado reservado, mientras que el otro está estable y continúa recibiendo curaciones y atención especializada.
Pese a la gravedad, una madre que presenció el hecho relató a TN que la reacción de los docentes fue inmediata. Según su testimonio, “Algunos profesores salieron corriendo en busca de ayuda. Uno le arrojó un guardapolvo y otro directamente se le tiró encima al chico en un intento por apagarlo“.
Los investigadores continúan recolectando pruebas y testimonios para establecer las responsabilidades dentro del colegio y determinar si hubo falla humana, omisión o imprudencia en la manipulación de materiales inflamables.
