El 17 de mayo de 2021 a la siesta, Córdoba se paralizó: un automovilista ebrio chocó dos autos estacionados en la banquina de la avenida Circunvalación, en la zona sur de la Capital, y terminó matando a dos personas y causándole heridas a una tercera.
Por sus características e implicancias, fue uno de los siniestros viales más graves de 2021.
Las víctimas fatales de aquel desastre automovilístico fueron Sol Viñolo y Agustín Burgos, dos amigos veinteañeros. A su vez, la pareja de Sol, Fernanda Guardia, sobrevivió, aunque sufrió serias heridas en sus piernas.
El autor del drama fue Alan Alejandro Amoedo, un joven que manejaba ebrio su VW Vento. La Justicia determinó un nivel de 2,07 de alcohol en sangre.
Además, se le hallaron metabolitos de cocaína.
A fines de 2021, el fiscal Tomás Casas envió a Amoedo a juicio oral por los delitos de homicidio culposo agravado por el uso de vehículo automotor y lesiones culposas agravadas. El automovilista sigue en libertad.
La acusación fiscal se centra en la figura culposa, es decir, en la negligencia, la imprudencia.
Como la defensa no apeló la elevación a juicio, esa resolución quedó firme. El caso será juzgado este 2022, en fecha por determinar, por la Cámara 9 del Crimen.
Crimen vial
Los familiares, amigos y allegados de las víctimas vienen insistiendo desde un primer momento en que el caso debe ser encuadrado como un homicidio simple por dolo eventual.
El dolo eventual se da cuando una persona, conduciéndose de manera temeraria, se representa que puede causar un mal si sigue actuando así. Finalmente, prosigue actuando de esa manera y provoca una muerte con su accionar.
El homicidio culposo prevé una condena de tres a seis años de cárcel. El homicidio por dolo eventual tiene un mínimo de ocho años y un máximo de 25.
Los familiares de las víctimas reclaman que se aplique esa acusación contra Amoedo, ya que entienden que se trató de “un crimen vial” y no de “un accidente”.
Vale resaltar que, en el marco de la pesquisa y luego de una reunión de los familiares de las víctimas con el fiscal General, Manuel Delgado, el fiscal Casas había resuelto agravar la imputación contra Amoedo.
El funcionario pasó de acusarlo por homicidio culposo a homicidio por dolo eventual. Nunca lo detuvo.
Sin embargo, a fines de año, el fiscal recaratuló la acusación y decidió “bajar” la imputación al conductor.
Según la acusación del fiscal, de manera imprudente, Amoedo manejaba con alcohol en sangre y a alta velocidad superando autos. En ese marco de acción, quiso pasar a un camión por la banquina. En esas circunstancias, chocó a las víctimas que se encontraban detenidas esperando una grúa.
Cuando fue indagado, Amoedo relató que aquella tarde de mayo iba manejando en la Circunvalación y que otro rodado lo tocó de atrás. Añadió que él perdió el dominio de su propio coche y que por eso se fue a la banquina.
