Abel Pintos, reconocido cantante, se encuentra sin querer en medio de un conflicto inesperado tras la adquisición de tierras en la provincia de Mendoza. La compra de 93 hectáreas en la localidad de Lavalle, destinadas a un proyecto de producción de pistacho y olivos, se ha visto opacada por una estafa que involucra a una familia que reside en uno de los lotes adquiridos.
Según relata la historia, Alberto “Tito” Angulo y su esposa Yésica Ferreyra, junto a sus cuatro hijos, compraron un lote de terreno a personas que se hicieron pasar por los dueños. La familia Angulo Ferreyra, buscaba construir su vivienda propia tras recibir una indemnización por un accidente laboral sufrido por Alberto. Encontraron un ofrecimiento por Facebook y tras un acuerdo con los vendedores, quienes les entregaron un documento de cesión del terreno, concretaron la compra. Sin embargo, estas personas no tenían ningún derecho sobre las tierras, publicó el diario Los Andes.
“Cobré una indemnización por un accidente de trabajo, vi en Facebook que ofrecían el lote y nos juntamos con estas personas. Cuando concreté la compra, estos hombres nos entregaron un documento que nos cedía el terreno”, repasa Angulo, quien trabaja en la construcción. Y agrega que hasta hubo una escribana que participó de la transacción. Por supuesto, Alberto y Yésica ni siquiera sospechaban por entonces que ni RNM ni su hijo RRM (se identifican con siglas ya que la causa está recién encaminándose en la Justicia) eran propietarios de esos terrenos.
Abel Pintos compró tierras en Mendoza
El conflicto salió a la luz cuando Abel Pintos y su socio, Marcelo González, adquirieron las 93 hectáreas para expandir su emprendimiento productivo “La Matera”, ya existente en la provincia de Buenos Aires. La compra se realizó a los verdaderos dueños de la tierra, desconociendo la situación irregular que afectaba a la familia Angulo Ferreyra.
La familia Angulo Ferreyra recibió una orden de desalojo que venció el 3 de febrero, pero continúan viviendo en el terreno. Alberto Angulo declara que no responsabilizan a Abel Pintos de la situación, reconociendo que él compró de buena fe, pero esperan que el artista pueda interceder.
Fernando Lapolla, ingeniero agrónomo a cargo del proyecto de Pintos y González, aseguró que desconocían la situación y que realizaron la compra con los propietarios legítimos. Lapolla advirtió que, de no resolverse el conflicto, no descartan mudar la inversión a otra provincia.
“Es como si mañana viene una persona cualquiera, se para en la puerta de tu casa y le dice a otro que es de él y se la ofrece para la venta”, reconoce una fuente de la investigación.
“Abel Pintos y Marcelo González compraron el campo en buena fe, nosotros tenemos los papeles y desconocíamos toda esta situación. Si a quienes viven en el lugar los engañó otra persona, tendrán que ir a la Justicia”, destaca a su turno el ingeniero agrónomo a cargo del proyecto de producción de los dos socios, Fernando Lapolla.
Desde la Municipalidad de Lavalle, el secretario de Desarrollo Local, Juan Jaime, explicó que la responsabilidad de accionar legalmente recae en la familia Angulo Ferreyra, quienes fueron estafados por los vendedores ilegítimos. Además, señaló que el municipio advierte a los compradores sobre la importancia de verificar la información catastral antes de adquirir terrenos.
