Un paseo turístico por el puente José Manuel de la Sota terminó en una experiencia indignante para un cordobés este lunes por la tarde.
Gustavo Etevenaux se detuvo apenas siete minutos para tomar una foto con el paisaje del lago San Roque y, al regresar a su vehículo, descubrió que se lo habían “reventado”.
Etevenaux relató a La Voz que estacionó su vehículo en el estacionamiento público del puente y, en el transcurso de “nueve minutos cronometrado con el detalles de las fotos”, le “reventaron el vidrio del vehículo, sacándome del interior celular, rueda de auxilio y otros accesorios” que tenía dentro.
Lo que más bronca le generó a Etevenaux fue la respuesta que recibió de la Policía.
Al intentar realizar la denuncia, la Policía le informó que era “normal” que ocurrieran robos de vehículos en ese sector durante los días de semana. Incluso, le indicaron que “en la temporada hay alguien, pero que el resto del año está vacío”.
Etevenaux sugiere que los delincuentes “están esperando a que alguien deje el auto” y que “está armado estratégicamente”, implicando que son personas que viven cerca o circulan la ruta buscando oportunidades.
Las quejas de la víctima de robo
La frustración de la víctima se intensificó al intentar formalizar la denuncia en la Unidad Judicial.
Allí, le aconsejaron realizar el trámite por la web para agilizar el proceso, prometiéndole un código para firmar y sellar.
Etevenaux expresó que el “tiempo de demora que tienen para hacer una denuncia es increíblemente largo” y que, a pesar de seguir las indicaciones para acelerar el proceso por medio del “Ministerio Público Fiscal”, no pudo regresar con la denuncia formal.
“Perdí casi 4 horas esperando que me impriman y me sellen una denuncia para presentar en mi seguro”, y al final, no se la firmaron, volviéndose sin denuncia. Además, uno de los agentes le explicó que su robo “no era prioridad”.
Gustavo Etevenaux regresó a Córdoba sin la denuncia formal, la cual es esencial para realizar el reclamo al seguro y cubrir los daños, como el cambio del vidrio y la obtención de otro auxilio.
“Es un lugar al que viene todo el mundo, se ve ensuciado”, lamentó Etevenaux, concluyendo con un llamado a la acción: “Que para ellos (por la Policía) sea habitual quiere decir que hay que hacer algo”.