El acuerdo era simple y en dólares. El dueño de un Peugeot 207 no imaginó que sería estafado y menos en la venta del auto, que esperaría ocho años después para comenzar a “cobrar” en cuotas y en forma de indemnización.
El Tribunal Oral Federal N° 2 de Córdoba, en un fallo unipersonal de Julián Falcucci, hizo lugar a la reparación integral del daño, presentada por la defensa de Walter Hugo Aguilera. El imputado por estafa y falsificación de moneda quedó involucrado en una causa penal iniciada hace algunos años.
Billetes truchos
La investigación comenzó en 2014. Durante la siesta del 27 de enero de aquel año, Aguilera se reunió con el propietario del 207 en un bar ubicado en avenida Patria y Libertad, de la ciudad de Córdoba, para cerrar el trato.
Aguilera le entregó 6.500 dólares apócrifos en concepto de pago por el rodado modelo 2009. El posterior damnificado aceptó el dinero y se retiró. Sin embargo, advirtió la falsedad de los 65 billetes de 100 dólares, con lo que presentó una denuncia.
Aguilera fue acusado del delito de expendio de moneda falsa y estafa. Con el objetivo de cerrar la causa y lograr el sobreseimiento, el estafador ofreció la reparación integral del daño pagándole 617.470 pesos en 35 cuotas mensuales de 17.642.
El Ministerio Público Fiscal se expresó de manera favorable sobre el pedido, y el juez resolvió conceder el beneficio.
Al respecto, indicó que teniendo en cuenta que “la reparación integral del daño resulta ser un instituto que ha sido diseñado en especial interés de la víctima del delito, a los fines de salvaguardar sus derechos y de propender a la efectiva solución del conflicto, corresponde fijar un plazo de caducidad”.
Ese plazo permite a las partes llevar un control adecuado del cumplimiento de las obligaciones comprometidas, estimulando la cancelación en término de las prestaciones adeudadas, indicó. Aguilera deberá cumplir el pago de forma consecutiva (del primer al décimo mes).
Así, Falcucci ordenó la suspensión de la prosecución de la causa y la prescripción de la acción penal durante el período de vigencia del plan de pago.
Otro caso
Por su parte, en un juicio abreviado, el TOF1 condenó a Mariano Matías Pablo Santillán y Claudio Martin González a tres años de prisión en suspenso por los delitos de utilización de documentación falsa de dos autos y adulteración de las patentes.
En 2016, Santillán (45) usó una cédula falsa de un Volkswagen robado y le colocó al VW la patente de otro vehículo.
Por su parte, el subcomisario retirado González (47) usó una cédula trucha de un Chevrolet Cruze, identificada a nombre de su esposa.
Al revisar los datos, la Policía constató que el auto también era robado. González, al igual que en el caso del VW, colocó una patente diferente a la original.
