La inquietante descripción de los asaltos que ofrecen los choferes de automóviles por aplicaciones viene casi siempre acompañada de una aseveración: “Son pibes muy agresivos. Los adolescentes y los chicos mandan en las ‘bandas que atacan a choferes de Uber’”.
En esa frase se encierra dos de los grandes problemas que inquieta a las autoridades de Seguridad de Córdoba, quienes reconocen que en una gran cantidad de casos quienes actúan son chicos de entre 12 y 15 años. Y lo hacen con “inusitada violencia”, según advierten.
Pero lo más sorprendente es que en este tipo de delitos no participan –al menos no lo hacen de manera masiva– atacantes de más de 25 o 30 años.
“Los implicados son adolescentes que no superan los 16 años. Los más grandes, que por lo general suelen dominar las bandas y que ya cuentan con numerosos antecedentes, con mucho de ese prontuario desarrollado desde la adolescencia, tienen 25 o 30 años, no más”, dijo una alta fuente investigativa de la Policía.
Según los pesquisas, los chicos dominan este tipo de delitos porque se realiza, en gran parte, desde el celular, medio con el cual se encuentran altamente familiarizados.
“Para robar Uber necesitan falsificar perfiles, realizar procedimientos de identificación, o acudir a otros usuarios del servicio que no estén denunciados en la app. Por lo general, o han desarrollado el dominio tecnológico o acuden a sus pares a cambio de poco dinero”, explican las fuentes especializadas.
Los mayores de edad, agregan, son los que por lo general ejercen la violencia. “Cuando entregan al chofer aparecen los delincuentes de más de 21 años, pero es imposible perseguirlos si no es en flagrancia, porque no dejan ningún tipo de huella en las aplicaciones”, detallan los investigadores.
Violencia y disputa interna
Sin embargo, en el último período de tiempo ha crecido el grado de violencia ejercido por los adolescentes, según registros policiales. Según los pesquisas, esto puede deberse a una “disputa” al interior de los territorios donde se cometen estos hechos.
“En múltiples barrios de la zona sudeste de la ciudad de Córdoba se han registrado enfrentamientos o ‘ajustes de cuenta’ que están siendo investigados junto a su potencial vinculación con hechos de robo a choferes de aplicaciones. Puede ocurrir que los adolescentes ahora quieran actuar solos, para no compartir el botín”, dijo una fuente investigativa.
También creen que los adolescentes se especializan en la venta de automóviles robados, lo que podría coincidir con la hipótesis que manejan los investigadores de la participación plena en todo el proceso del robo.
Ante la Justicia, muchos de estos sospechosos son inimputables. Altas fuentes policiales aseguraron que continuarán persiguiendo a los adolescentes que delinquen, reconociendo que cada vez tienen más participación en el delito organizado.
A la par, desde Juzgados de Menores se ensayan en los últimos meses acciones más severas contra los chicos menores de 15 años que presentan una alta reincidencia en estos hechos.
Dictámenes, como la prohibición de ingresar a un determinado barrio o la negativa a alejarse del sitio donde son alojados para procurar su reinserción social, se acompañan con tobilleras y un control más exhaustivo.
Entre los conductores de Uber afirman que “son los adolescentes armados los que están dispuestos a cualquier cosa, los que más pegan y los que no dudan en disparar”. Dicen que a ellos le tienen más miedo que a los de mayor edad.