Uno era el “cerebro” y el otro, la “fuerza”. Dos ladrones peligrosos y poco convencionales conmocionaron a Washington, Estados Unidos, con ocho robos bancarios, un enorme arsenal, bombas y el asesinato de un guardia, en los ‘60.
Albert Nussbaum y Bobby Wilcoxson se complementaban, debido al contraste de personalidades. Nussbaum era tranquilo, inteligente y planificador.
“Era un estudioso del crimen, devoraba libros sobre explosivos, electrónica, investigaciones criminales y armas de fuego”, recordó el FBI. “Usó sus ganancias mal habidas para establecer varias empresas. Era el ‘cerebro’” de la dupla, señaló el buró.
Wilcoxson, por otro lado, era la “fuerza”. Durante sus robos, daba las órdenes y exhibía las armas de alto calibre.
Ambos se habían hecho amigos en la cárcel del estado de Ohio. Pero se reencontraron, ya en libertad, para perpetrar una serie de robos. El primer banco que asaltaron fue en la ciudad de Buffalo (estado de Nueva York), en diciembre de 1960.
El gran error
En junio de 1961, sin embargo, cometieron su primer gran error. Nussbaum preparó varias bombas para usarlas como distracción para robar un banco en Washington.
Si bien hicieron explotar dos, la tercera falló y el FBI logró tomar las huellas de Nussbaum. De todos modos, alcanzaron a perpetrar el atraco.
Al “top ten” de fugitivos
El quinto robo, en diciembre de 1961, los colocó en el “top ten” de fugitivos del FBI.
Desesperados por hacerse de más dinero, Nussbaum y Wilcoxson analizaron los movimientos de un banco en Brooklyn, pero se percataron de que tendrían que neutralizar al guardia.
El plan, que incluía sumar a un tercer cómplice -Peter Curry-, salió absolutamente mal.
Después de que Wilcoxson asesinó al custodio de cuatro disparos con una ametralladora, un cliente avisó a la Policía. Tras un tiroteo, Wilcoxson hirió a uno de los efectivos.
Los tres escaparon, pero Curry cayó detenido dos meses después. Dio detalles de Nussbaum y Wilcoxson, lo que permitió al FBI llegar hasta un campo en Buffalo, donde la dupla había escondido el enorme arsenal.
Ambos, junto con la novia de Wilcoxson, Jackie Rose, se mantuvieron prófugos. Cambiaron sus nombres y comenzaron a usar disfraces. Bajo las sombras, lograron robar otros tres bancos.
La caída final
Los delincuentes tuvieron una pelea y se separaron. La madre e Nussbaum llamó al FBI y la esposa accedió –de mala gana- a ayudar a capturarlo.
Tras una intensa persecución, lo detuvieron el 4 de noviembre de 1962.
Finalmente, él y Wilcoxson se declararon culpables y en 1964 fueron condenados a cadena perpetua.