“¿Querés comprar entradas baratas para ver a Instituto?" “¿Te vendo entradas con descuento?”. Con ofertas como estas, una miniasociación ilícita se hacía de clientes que querían ver al primer equipo de fútbol de “La Gloria” pagando precios inferiores a los habituales.
El problema es que los hinchas albirrojos entraban a la cancha pero el club de Alta Córdoba no podía cobrarles a quienes prestaban el servicio clandestino.
El club cordobés cuyo primer equipo tuvo la mejor performance en la primera mitad de 2025 en el torneo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sufrió con estas maniobras un perjuicio aproximado a 1.300.000 pesos, a valores de comienzos del año pasado.
La banda estaba integrada por tres jóvenes –dos mujeres y un varón– y hacía de las suyas captando clientes con una oferta tentadora para luego hacer las compras “a pedido”. Pero, a la hora de adquirir los boletos por la página de internet, pagaban al 100 por ciento del precio.
¿Dónde estaba entonces el “negocio”? En no hacerse cargo ellos lo que pagaban a nombre de otro. Ellos cobraban a sus clientes el precio del ticket con descuento, pero al club le pagaban la totalidad del valor pero usando los datos robados a los titulares de varias tarjetas de crédito.
Esos dueños de plástico ignoraban la maniobra, pero había alguien que les había robado los datos para usarlos después en compras como estas.
La maniobra fue advertida por los directivos del club de Alta Córdoba cuando desde la tarjeta les advertían que el titular legítimo del plástico había desconocido el consumo. De este modo, la venta debía contabilizarse a la cuenta “deudores incobrables”.
Hasta que se dieron cuenta, el fraude alcanzó a 32 entradas sin pagar, por aproximadamente 1,3 millones de pesos.
De este modo, tras la presentación judicial de los directivos del Instituto Atlético Central Córdoba (Iacc) en febrero de 2024, la causa se judicializó y comenzó la investigación del fiscal de Ciberdelitos, Franco Pilnik Erramouspe.

La misma entidad de Alta Córdoba ofreció una ayuda clave para el progreso de la investigación: sus directivos habían aportado el dato de una joven que “sonaba” en el barrio como la persona que venía ofreciendo “el servicio” de venta a precios ganga.
El equipo del fiscal Pilnik fue reuniendo prueba y logró individualizar a los integrantes de la banda: dos primas, Florencia (27) y Micaela Mercado (28), y un exempleado de Hiper Libertad, Javier Ocampo (36), que en su momento, cuando era cajero de una sucursal, habría robado los datos de los titulares de las tarjetas de crédito.
Algunos investigadores bromearon con los precios de las entradas: “Podés comprarlas a valores de mercado o a valor de ‘Mercado’”.
El fiscal Pilnik imputó a los tres los delitos de integrantes de “asociación ilícita” y 32 hechos de “estafas reiteradas”. A su vez, a Micaela le asigna el papel de “jefe” del núcleo delictivo, a Ocampo el rol de “organizador” y a Florencia el título de “miembro” a secas.

Micaela era la joven que captaba los clientes y quien habría sido vista por varios hinchas ofreciendo el “servicio”. Florencia era quien hacía los pagos electrónicos con los datos que aportaba Ocampo.
Una vez que descubrió la operatoria e individualizar a los presuntos autores, el fiscal Pilnik ordenó la inmediata detención de las primas Mercado y de Ocampo.